Recogemos a continuación los eventos y sucesos de interés relacionados con Belmonte y la asociación.
Sus hijas e hijos juegan ya por los parques y colegios de Belmonte, proclamando a los cuatro vientos que las gentes del pueblo son cada vez más diversas culturalmente. Y esa diversidad nos enriquece a todos.
La despoblación de las zonas rurales se ha convertido, en las últimas décadas, en un fenómeno imparable. Si a eso sumamos el bajo índice de natalidad actual, nos encontramos con una sociedad rural escasa y envejecida. Pero lejos de suponer un problema, esta situación se erige como la oportunidad de muchos inmigrantes para comenzar una vida mejor. A pesar de que la población de Belmonte ha descendido en los últimos años, día a día podemos ver por la calle nuevas caras que nos dicen que el pueblo y sus vecinos están cambiando. Bolivianos, marroquíes, ecuatorianos, rumanos, búlgaros y personas de otras muchas nacionalidades y culturas que, al fin y al cabo, forman parte ya de Belmonte.
Tuvieron que tomar una difícil decisión, tal y como lo hicieron millones de españoles emigrando a Suiza, Alemania o Latinoamérica durante el siglo XX.
Presentamos a continuación los testimonios de tres inmigrantes que, como muchos otros, escogieron Belmonte para iniciar una
nueva vida lejos de la pobreza de sus países de origen. Sus inquietudes, su día a día y sus esperanzas quedan patentes en cada una de sus palabras. Ellos son el reflejo de una nueva población. Unos nuevos ojos, una nueva perspectiva desde la que mirar Belmonte. Son los nuevos belmonteños.
Lida, Ecuador (14 millones de habitantes. Capital: Quito. Idiomas: Castellano, aunque la población indígena también habla el Quechua).
Lida llegó hace tres años a España decidida a encontrar una vida mejor. Cuenta que la llegada aquí fue lo más duro, no sólo por lo caro del pasaje, sino porque su marido, José, que había venido a España unos meses antes para hacer algo de dinero y poder costear el viaje a su familia, tuvo que trabajar en labores en las que apenas sacaba para mantenerse él. Ella, mientras tanto, se afanaba en Ecuador para poder mantener a sus hijos.
En esa situación, sus posibilidades de salir de allí eran nulas. Así que tuvo que tomar una difícil decisión y lanzar un peligroso órdago: vendió su casa para comprar los billetes de avión, aún sabiendo que si le impedían el acceso a España,
debería volver a Ecuador habiéndolo perdido todo.
En Ecuador la vida es muy dura, “cuando disfrutábamos del Sucre como moneda todo era más asequible, pero desde que se dolarizó… no nos quedó ni para comer”. Además esa pobreza se ve acrecentada por una creciente corrupción política que disminuye enormemente las posibilidades de salir adelante del país.
Pero el fenómeno de la inmigración también lleva otros problemas. Lida dejó a su padre y sus hermanos en Quito hace tres años y aún no ha vuelto a verlos. Ocasionalmente, contacta con ellos por teléfono, pero exclama que eso nunca es suficiente, dejando entrever su morriña.
Al llegar aquí, en las Navidades de 2001, no se acabaron las dificultades. Feliz por reencontrarse con su marido, su hija enfermó gravemente y tuvo que ser ingresada. “Pudimos salir adelante gracias a la solidaridad y el apoyo de varias familias de Belmonte que nos ayudaron y a las que estamos enormemente agradecidas”, cuenta. Poco a poco, su vida y la de su familia ha ido mejorando y en la actualidad dice sentirse integrada y a gusto en el pueblo: “gracias a Dios cada vez conozco a más gente y no nos falta el trabajo.
Pero integrarse en una cultura que no es la tuya siempre tiene sus dificultades. Declara no haberse sentida rechazada nunca, aunque sí denuncia la desamparada situación de los que vienen de fuera: “cuando un inmigrante llega a un nuevo país
y no tiene papeles, está en el aire, no tiene ni voz ni voto. Estar sin documentación hace que no cuentes para la sociedad, tu opinión nunca es tenida en cuenta”.
Por otro lado, son muchas las alegrías que ha vivido en esta tierra. Ve crecer felices e integrados a sus hijos: “Henry, Carolina y Mª José lo pasan bien en la escuela y aprenden. Tienen muchos amigos, sobre todo mi hijo, que jugando al fútbol ha hecho muchos compañeros”.
Asimismo, se muestra contenta con el sistema educativo de España. “En Ecuador es distinto. En la capital, Quito, hay escuelas públicas, pero son muy severos con las normas y requieren uniforme para poder asistir a las clases, por lo que
muchos niños se quedan en la calle”. Igual de estrictos son con la puntualidad, “cada mañana tocan el timbre a las 7:30 horas, y quién no esté a tiempo tiene que volverse a casa porque le prohiben la entrada”.
Tras un rato charlando, la conversación derivó hacia las tradiciones típicas de su país. “La Navidad allí es diferente, los
chavales escriben todos los años al niño Jesús para que les traiga regalos el día veinticuatro, no como aquí, que envían sus cartas a Papá Noel o a los Reyes Magos. Aunque no siempre hay dinero suficiente para comprar juguetes”, añade.
En otras épocas del año celebran sus días y fiestas de diversas maneras. Como el día de los Difuntos, en el que preparan una colada morada a base de fruta que toman con unos curiosos muñecos de pan.
Vasile, Rumania (22 millones de habitantes. Capital: Bucarest. Idioma: Rumano).
Vasile Moigrádan, llegó a Belmonte hace tres años. El primero de ellos lo dedicó a trabajar en la agricultura, para, posteriormente, pasarse a la empresa metalúrgica.
Nos habla positivamente de su estancia en el pueblo, “la gente es amable, no he tenido ningún problema con nadie desde que estoy aquí”. Salió de Rumania y, para llegar al pueblo, pasó primero por Castellón, lugar donde vive uno de sus sobrinos.
A pesar de sentirse bien en España, señala que no le fue fácil dejar su país. “Allí dejas a tu familia: esposa, hijo e hija. Pero es necesario. Mis hijos están en la Universidad: él estudia medicina y ella artes plásticas y fotografía; por
ellos estoy aquí”. Insiste en que las oportunidades allí son pocas y los jóvenes rumanos han de aprovecharlas. Así, la gran mayoría de ellos quieren estudiar una carrera para conseguir un buen trabajo.
En Rumania la situación es bien distinta a la española. A pesar de que el país ha mejorado desde que en 1990 cayese el régimen comunista, las condiciones de vida no son las más deseables: hay trabajo, pero no dinero, por lo que el nivel
de vida es muy precario. Él era profesor de autoescuela, pero al ver que la gente no podía pagar el precio del carné de conducir, tuvo que tomar la difícil decisión de emigrar. Su esposa, por ejemplo, trabaja actualmente en una oficina por ciento cincuenta euros al mes.
Durante su primer año de estancia en el pueblo, se esforzó por aprender rápidamente nuestra lengua. “Me compré un libro y fui todos los días a clase en la Escuela de Adultos de Belmonte”, afirma.
Nos cuenta que su proceso de adaptación a las costumbres y celebraciones de nuestro país fue rápido. “Me gusta la forma de vida, las costumbres y arte en España”. Se siente identificado con parte de la cultura española porque, en el fondo, las diferencias entre ambos países no son tantas. Dentro de la cultura rumana, hay muchos matices latinos. Empezando por la
lengua, que tiene muchas palabras parecidas al castellano. En cuanto a las tradiciones y fiestas, también se celebra la Navidad o la Semana Santa.
Ahora convive en un piso con otros dos compañeros inmigrantes, que han venido de Colombia y Ecuador. Cuando disponen de
tiempo libre, salen e intentan relacionarse con los demás vecinos del pueblo. “Los sábados y domingos por la tarde salimos a disfrutar: a veces jugamos al fútbol, o vamos a algún bar con gente de aquí”.
Zacarías, Marruecos. (31 millones de habitantes. Capital: Rabat. Idiomas: Árabe, aunque también se habla Bereber, Francés y Castellano).
Elkahi Bouzekri llegó por primera vez a España en 1988. Su historia es diferente a la de muchos otros inmigrantes porque no tuvo dificultad para obtener el visado y además tenía un hermano que le esperaba en Madrid. Él salió de Marruecos para finalizar sus estudios, tras haber terminado el Bachillerato, pero el fallecimiento de su padre le obligó a dejar aparcados los libros y a ponerse a trabajar.
Para facilitar su integración, decidió adoptar el nombre de Zacarías y, tras probar con varios empleos, terminó siendo vendedor. Su periplo no se limitó a España; también estuvo en Italia, aunque confiesa que volvió aquí porque le gusta más esta tierra.
La cercanía con su país le permite visitar a su familia, al menos, una vez al año, aunque contacta un par de veces al mes con ella por teléfono.
Y así, poco a poco ha ido transcurriendo su vida en España. Desde su trabajo de vendedor autónomo señala la dificultad para sacar a su familia adelante, aunque muestra su satisfacción por poder hacerlo.
Aunque ha vivido en otros pueblos, Belmonte supone algo especial para él. Aquí conoció a la que es su mujer. Aquí se casó con ella, y después vinieron los hijos.
El mayor, Zacarías, nació en Marruecos. Luego vino Manuel, que nació en Villaescusa y, finalmente, Gema, que es belmonteña y que además nació el 22 de febrero, día importantísimo en Marruecos porque se celebra la Fiesta del Cordero. Estamos bien y tranquilos en Belmonte. “Sabemos que hay otras zonas en las que hay más trabajo, pero la calma y la tranquilidad vale más que todo eso”, añade.
Las celebraciones y fiestas de Marruecos son muy diferentes a las de aquí. La principal dificultad estriba en las fechas de las mismas: “te tienes que adaptar al calendario del país en donde estás, pero no por eso dejar de celebrar tus fiestas y tradiciones, como el Ramadán”.
Además de las celebraciones, otra de las características de Marruecos y, en general, de países árabes es el exquisito té. Lo sirven hirviendo y, según Zacarías, “hasta tiene efectos terapéuticos”.
A pesar de la total adaptación a la cultura española de Zacarías y su familia, subraya que el inmigrante ineludiblemente tiene que cumplir un doble papel. “Te ves obligado a llevar una doble vida”, afirma. Una para mantener la cultura del país de origen, y otra para adaptarte a las nuevas costumbres y requerimientos del país de destino. La clave está en compaginar dos o más culturas.
La cara le cambia cuando se le pregunta por el continuo drama de las pateras en el Estrecho. “Me duele muchísimo ver cómo muere gente en el Estrecho por pasar aquí, deberían tomar medidas los responsables de ambos países”.
Para terminar, nos deja un mensaje importante. Hace hincapié en la falta de tolerancia y afecto entre todos, y señala que para convivir de forma adecuada, sólo hace falta algo más de cariño. “El sol sale para todos. Todos nacemos de la misma
forma, tras nueve meses en el vientre de nuestra madre. Hay que estar unidos. En nuestro caso estamos bien, pero tenemos a la familia lejos, y echamos de menos su cariño. Todo iría mejor si nos esforzásemos más por dar cariño a todos los que conviven con nosotros”.
L. Campos/R. Cuevas
Ya comentamos en el número anterior de la revista cultural El Atrio que don Miguel Lucas de Iranzo tuvo entre sus mayores enemigos a sus paisanos belmonteños el marqués de Villena, don Juan Pacheco y el maestre de Calatrava, don Pedro Girón. Esta enemistad les llevó a situarse en distinto posicionamiento respecto a la corona (partidarios o enfrentados al monarca Enrique IV, a quien el Condestable siempre permaneció fiel)1. Podremos afirmar que esta rivalidad les lleva a competir, no sólo en este plano político, sino también en el social y cultural; si bien tal y como vimos, Iranzo se decanta más por las obras civiles y de infraestructura de su ciudad de Jaén que por las grandes construcciones monumentales. No obstante, en el desarrollo de la ciudad de Jaén durante el señorío del Condestable se llevan a cabo unas edificaciones que sí parecen coexistir en competencia con los grandes proyectos arquitectónicos de su paisano don Juan Pacheco.
Así por ejemplo, de la época de don Miguel Lucas de Iranzo es la iglesia parroquial de San Bartolomé de Jaén (s. XV), cuyo interior está cubierto por un excelente artesonado mudéjar. La pila bautismal de la iglesia es de estilo gótico de cerámica vidriada (siglo XV); destacándose también el retablo mayor, obra de Fernando Solís del siglo XVI. ¿Cabe pensar que el Condestable quiso consagrar un templo en Jaén al patrón de su pueblo, San Bartolomé, compitiendo nuevamente en obras y dedicatorias con su gran rival don Juan Pacheco, el Marqués de Villena, quien erigiera en el pueblo natal de ambos una iglesia-colegiata en honor del santo patrón, tal como de todos es bien conocido?
Destacamos también como edificación civil de la época el palacio del Condestable. Don Miguel Lucas de Iranzo construyó su palacio en la actual calle Maestra, situada en el centro histórico de la ciudad. Se trata de un edificio del siglo XV, de estilo mudéjar toledano-andaluz, de magníficos artesonados mudéjares y algunas decoraciones de yeserías. ¿Nuevamente el Condestable quiere rivalizar con su paisano, el marqués de Villena, autor del más fastuoso palacio-fortaleza de la época, el castillo de Belmonte? La actual fachada principal y algunos salones datan de 1920, fecha en la que se instaló en el palacio el famoso Casino Primitivo de Jaén. El edificio fue restaurado en 1991 y actualmente ocupa el Palacio de Cultura, donde se encuentra la sede de una Biblioteca Pública Municipal, además de acoger servicios de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento.
Por otro lado, el Condestable utilizó también frecuentemente como residencia el castillo de Santa Catalina y a él se debe la construcción de la torre del Homenaje que domina y destaca sobre el conjunto, no sólo por su forma rectangular y su mayor altura respecto a las otras cinco que conforman los lienzos de muralla del castillo, sino sobre todo por la enorme robustez de sus muros. Fortificación, robusta muralla con elevados paneles, torre del homenaje, … ¿rivalizando con su paisano? En el año 1965 la zona del castillo denominada Alcázar Viejo, la más antigua y situada en el oeste del cerro, es nuevamente remodelada para construir en ella el actual Parador Nacional de Turismo, una gran obra de recuperación que permite admirar la riqueza y majestuosidad de salones, dependencias y artesonados mudéjares que encierra este recinto. Rehabilitaciones siempre tan necesitadas para la buena recuperación del Patrimonio Histórico de nuestro país. Confiemos y esperemos que la diosa fortuna también acuda algún día a nuestra fortaleza de Belmonte y pueda salir del ostracismo en el que se encuentra sumido en la actualidad… y que ese día no sea ya demasiado tarde, tal y como le sucediera a otros monumentos del pueblo por todos conocidos.
En algunas ocasiones Iranzo también utilizó como residencia el castillo del siglo XV de Bailén, actualmente desaparecido. Este castillo tenía un uso de servicio de ocio y disfrute de sus invitados, a los que agasajaba organizando cacerías y corridas de toros. No dudó, incluso, en atacarlo en 1470 como motivo de represalia y forma de imponer su voluntad de defensa en la causa de Enrique IV, como fiel vasallo suyo, frente a Isabel.
Sin embargo, es en el terreno político-militar donde la rivalidad entre los belmonteños se hizo mucho más notoria, propiciada por la figura debilitada de un rey, acostumbrado a los múltiples cambios de rumbo en sus decisiones. Ello contribuye al crecimiento en Castilla de un fuerte malestar político durante los años 1455 a 1465, motivado fundamentalmente por ese progresivo alejamiento de Enrique IV de la nobleza castellana, con su política de favoritismos a personajes plebeyos ya comentada en el número anterior, principalmente por los nombramientos y distinciones dispensadas a Beltrán de la Cueva (entre otros privilegios, le concede el maestrazgo de Santiago el 23 de mayo de 1464) y al propio Lucas e Iranzo (como Condestable de Castilla); lo que no hace sino acrecentar las envidias y una rivalidad vigilante con familias poderosas de rancio abolengo como Albas, Girones, Manriques, Fonsecas, Mendozas y, sobre todo, con el propio Marqués de Villena, don Juan Pacheco, otrora protector de Iranzo.
La criticada relación del rey con sus favoritos, así como el trato altanero y desacatado que ellos a veces tenían con él, fue tema tratado por Hernando de Pulgar en sus famosas coplas2 :
Toda esta política de favoritismos no hace sino alimentar el descontento de importantes sectores de la nobleza, al que no es ajeno personajes cercanos al monarca, como es el caso del propio Lucas de Iranzo. Esta situación crea rivalidades entre familias y linajes por una clara pugna por ganarse los beneplácitos del rey. En el caso de Miguel Lucas de Iranzo esta rivalidad se hizo dura competencia con el Marqués de Villena, por sus aspiraciones a conseguir el maestrazgo de la Orden de Santiago, la más codiciada prebenda económica de Castilla, a pesar de que ocupaba el influyente cargo militar de Condestable. El nombramiento por el rey Enrique IV de Juan Pacheco como Maestre de Santiago (1467) supone un duro revés para las aspiraciones de Iranzo. De nuevo su mayor enemigo, su paisano belmonteño volvía a cruzarse en su camino.
El rey en 1464 se instala durante un mes en Jaén después de entrevistarse en Gibraltar con el monarca Alfonso V de Portugal. El Condestable siempre se mostró fiel a su soberano Enrique IV, si bien en esta época algo más distante. El rey, agradecido a Iranzo, le concede los cargos de Alcalde de la fortaleza de Jaén, Alcalá la Real y Andújar; nombrándolo también Alguacil Mayor y Alcalde de la cárcel de Jaén. Durante esas décadas, y hasta su muerte, don Miguel Lucas de Iranzo se convirtió desde su atalaya de Jaén en una pieza importante en el tablero político castellano y en un referente en la frontera contra los musulmanes3.
Una vez instalado como Alcalde de la Ciudad, las relaciones con el resto de los poderes locales, la nobleza ciudadana y otros nobles de Castilla no fueron nada fáciles, tal y como aconteciera con las numerosas disensiones que hubo de sufrir con el obispo don Alonso Vázquez de Acuña, hasta el punto que hubo de intervenir el propio rey pidiendo al obispo que se retirara a su castillo de Begíjar, lo que aceptó de no muy buen grado; de hecho, en abril de 1463 Acuña avanzó al frente de sus huestes contra Jaén, apoyado dentro de la ciudad por hidalgos y familiares quienes organizaron una insurrección abortada por las huestes del Condestable, con lo que al obispo no le quedó más remedio que retirarse definitivamente a Begíjar.
Si con la nobleza castellana no mantuvo favorables relaciones, tampoco fueron amistosas con el Maestre de Calatrava, su paisano don Pedro Girón. Así por ejemplo, en el año 1465, durante el cerco a la ciudad de Jaén en los meses de junio a agosto por el Maestre de Calatrava, se destruyeron los molinos de pan y huertas de alrededor de la ciudad, con objeto de forzar la rendición del Condestable. Ante esta situación don Miguel Lucas de Iranzo se ve en la necesidad de enviar a sus gentes a moler a los molinos de La Guardia y Pegalajar4.
Esa enemistad del Condestable con don Pedro Girón es una consecuencia de su ardiente defensa del rey Enrique IV, durante la guerra civil castellana entre enriqueños y alfonsinos que culmina con la proclamación en Ávila el día 5 de junio de 1465 de Alfonso XII, hermanastro de Enrique IV, como Rey por parte de la nobleza castellana, en torno a la cual estaba la figura del Marqués de Villena. Es la conocida Farsa de Ávila, en la cual, si bien no había participado directamente Girón, sí se dejará ver su apoyo a los rebeldes desde Andalucía, donde es enviado con la misión de destruir los últimos focos enriqueños. Con su actuación gana casi toda la región a la causa rebelde, proclamando públicamente a Alfonso XII como rey de Castilla en el Alcázar de Baeza el 17 de junio5. No pudo, no obstante y a pesar del continuado cerco, con la ciudad de Jaén y la actitud defensiva de sus moradores, magistralmente organizados y coordinados por su paisano Iranzo.
Don Miguel Lucas de Iranzo, que usó hasta su muerte el título de Condestable y que nunca perdió la confianza del rey Enrique IV, no quiso, sin embargo, regresar a la corte ni abandonar su villa. La ciudad de Jaén que le viera crecer políticamente, también le vio morir. Fue asesinado el 22 de noviembre de 1472, mientras asistía a misa, seguramente a causa de su protección a los conversos de Jaén. Si bien, en este caso, también al Marqués de Villena se le relaciona con la muerte de su paisano. Al parecer, un hombre embozado le golpeó en la cabeza con el mocho de la ballesta mientras oraba de rodillas en las escaleras de la capilla mayor de la Catedral. A raíz de ello, el populacho se lanzó contra los judíos del barrio de la Magdalena, asaltando sus casas y dando muerte a muchos de ellos.
Si las Crónicas hablan de una gran amistad con el rey Enrique IV, ejemplo de la misma es el acto acaecido en Jaén en 1475, cuando el monarca se presentó en la ciudad de incógnito y asistiendo al Concejo preguntó por ciertos jurados y regidores, mandándolos seguidamente colgar de las ventanas, al parecer en venganza por el asesinato del Condestable.
El nombre de Miguel Lucas de Iranzo está ligado a la historiografía española por su implicación con la realeza castellana en este periodo histórico, así como a la historia de la literatura española gracias a la obra Relación de los fechos del Condestable Miguel Lucas de Iranzo6.
Hoy la huella del Condestable está presente por toda la ciudad de Jaén: el castillo de Santa Catalina y su Torre del Homenaje, junto al Parador Nacional de Turismo; el Palacio del Condestable, actual Biblioteca Municipal, junto a servicios de Cultura y antiguo famoso Casino Primitivo; la iglesia parroquial de San Bartolomé del siglo XV; modernos hoteles que llevan su nombre y otros edificios dan muestra del paso de este personaje por la ciudad y reconocen su valiosa influencia, resultando vital para la reorganización urbanística de Jaén, sus calles e infraestructuras básicas, al tiempo que representó el despegue hacia la construcción de edificios civiles, conventos e iglesias del siglo XVI, como la Torre del Concejo en la Iglesia del siglo XVI, como la Torre del Concejo en la Iglesia de San Juan, donde se encuentra instalado el reloj oficial de la ciudad que ofrece una gran campana de bronce.
Juan Antonio Zarco Resa
1: Zarco, J.A. (2005). Miguel Lucas de Iranzo (I). Revista Cultural El Atrio, nº 17. Asociación Cultural Infante don Juan Manuel, pp. 10-12.
2: Hernando del Pulgar. Glosas a las Coplas de Mingo Revulgo (1485).
3: Relación de los fechos del condestable don Miguel Lucas de Iranzo. Esta relación esta incluida en Crónicas del siglo XV.
Edición y estudio por Juan de Mata Carriazo. Espasa-Calpe (1940 p. 507). Colección de Crónicas Españolas, III.
4: Arquellada, J. Anales de Jaén. Estudio, edición y notas: Manuel González Jiménez. Universidad de Granada. Granada,
1996, p. 44-46.
5: Aguado, J. y Morán, R. (1987). Papel del Marqués de Villena en la formación del Señorío de Osuna. En Instituto de
Estudios Albacetenses (Ed.). Actas del Congreso de Historia del Señorío de Villena. Diputación Provincial de Albacete.
6: Esta obra, ya comentada en la revista anterior, nº 17, nota nº 1, se atribuye a algún pariente suyo o también a su secretario Luis del Castillo, a Juan de Olid o a Pedro de Escavias, este último amigo personal del condestable, alcalde de Andújar y autor de Repertorio de príncipes. La Relación es una importante biografía particular del condestable, sus dominios y costumbres de época, al tiempo de gran documento para conocer la sociedad en el periodo comprendido entre 1458 y 1471.
Pregunta: ¿Cómo nació su vocación política?
Respuesta: A la vista de los ciudadanos me inicié en política en marzo del año 2000, cuando fui nombrada consejera de Economía y Hacienda, cargo en el que me he mantenido al inicio de la actual legislatura autonómica, en el año 2003, y en que volví a ser ratificada cuando el pasado año el presidente Barreda accedió a la Presidencia de la Región. No obstante, siempre he sentido inquietud por todas aquellas actividades que hacen del trabajo un instrumento útil para cambiar las cosas. En este sentido, son pocas actuaciones como la política, las que brindan la oportunidad de trabajar por un mundo mejor, que yo estoy convencida de que es posible.
P: ¿Cómo se compagina la vida familiar con la actividad intensa de la vida política?
R: Reconozco que con dificultades. La actividad de la Consejería de Economía y Hacienda es muy intensa, de una constante relación con el resto de departamentos del Gobierno regional y de manera directa con su Presidencia. Además, este año 2005 hay que sumar la actividad que genera la celebración del IV Centenario de la primera edición de El Quijote, de cuya empresa pública también soy su presidenta. No obstante, procuro arañar el mayor tiempo posible para estar con los míos, sobre todo con mi hija que se encuentra en una edad que toda atención siempre es poca. Procuro hacerlo porque soy de las personas que piensan que para estar bien externamente también tengo que estarlo interiormente. Del mismo modo también soy de las que piensa que, es igual, o si cabe más importante, la calidad que se dedica a una relación que la cantidad y yo procuro dedicarme al cien por cien a mi familia cuando salgo del despacho.
P: El III Centenario de El Quijote supuso la identificación del espíritu español con el hidalgo idealista en un momento de profunda crisis para el país. Después de un siglo de tantos y tan profundos cambios, ¿qué cree que está suponiendo esta celebración para España y para Castilla-La Mancha?
R: La celebración del III Centenario de El Quijote llegó en un momento históricamente delicado después del desastre del 98. El pesimismo y el derrotismo presidió esta celebración y eso se notó, sin duda, en los escasos actos organizados. La organización de este IV Centenario se afronta de manera completamente distinta. Por lo pronto, Castilla-La Mancha comprendió muy pronto la importancia de esta efeméride y, además, contagió rápidamente al resto del país de la importancia de la celebración. En el caso de España, el IV Centenario puede suponer la recuperación y una mayor identificación de nuestro país con los de habla hispana que también se están identificando con esta celebración. En el caso de Castilla-La Mancha tengo claro que va a suponer, que está suponiendo ya, un salto cualitativo para nuestra Región. Estamos haciendo un buen uso de una seña de identidad que es nuestra y a la vez universal. El Gobierno regional está utilizando la celebración de un personaje, Don Quijote, para dar a conocer una tierra, Castilla-La Mancha. Y lo más importante, que todo lo que estamos realizando y organizando lo venimos haciendo de la mano de la sociedad castellano-manchega. De la mano de otras instituciones, de ayuntamientos, de entidades culturales y económicas, de sociedades públicas y privadas.
P: En un plano personal, ¿qué está suponiendo para Vd. participar de manera tan activa en la celebración del IV Centenario de la publicación de El Quijote?
R: Un importante enriquecimiento cultural y social. Son ya muchas las actividades organizadas y bastantes las relaciones establecidas. Creo que está suponiendo todo un reto y por ello agradezco la confianza que el presidente Barreda depositó en mí al encargarme esta responsabilidad y también valoró positivamente el equipo humano que trabaja en la empresa pública Don Quijote de la Mancha.
P: De entre los muchos proyectos llevados a cabo hasta ahora por el Gobierno de Castilla-La Mancha en este año 2005 eminentemente cultural, ¿cuál es el que más le ha gustado?, y ¿cuál le ha parecido que ha tenido la acogida más popular?
R: Me pareció muy importante la presentación que el presidente Barreda realizó en Roma de los actos del IV Centenario para toda Europa por la dimensión que adquirió y la acogida que tuvo. Del mismo modo que las Jornadas que se organizaron posteriormente en el Instituto Cervantes de Nueva York. En ambos actos pude constatar la dimensión internacional que había adquirido el IV Centenario y el hecho de que nuestra Comunidad, Castilla-La Mancha, tuviera un sitio en el mapa internacional de la cultura. Es cuando, te das cuenta y percibes que es real que el IV Centenario se ha preparado en Castilla-La Mancha hacia todo el mundo, que su destino es universal. Por lo demás, estoy muy satisfecha de la acogida que está teniendo por toda la geografía autonómica, con repercusión nacional, la organización de exposiciones, la celebración de conciertos o la edición de publicaciones. Desde luego, si tuviera que buscar un evento que ha levantado sensibilidades, por muchas razones, pero por una evidente, es la vuelta a nuestros escenarios de Joan Manuel Serrat, un abanderado más de Don Quijote. Para mí ha sido muy emotivo. Naturalmente, otro evento que ya está marcando un destino turístico y que, además, tiene vocación de continuidad, es la Ruta de Don Quijote, nuestra apuesta más fuerte en este IV Centenario.
P: Precisamente, después del IV Centenario, ¿se ha previsto un fondo económico para mantener la Ruta de Don Quijote en estado conveniente? ¿Se han proyectado actividades e incentivos suficientes para que la Ruta se consolide como un importante atractivo turístico?
R: El Gobierno de Castilla-La Mancha, con el presidente Barreda a la cabeza, tenía muy claro que la celebración del IV Centenario no podía ser flor de un día ni pólvora que quemar en una gran noche de fuegos artificiales. Queríamos que quedara constancia en el tiempo de esta celebración y la Ruta de Don Quijote es la mejor enseña de este propósito. De hecho, siempre hemos tenido muy claro que el éxito de la Ruta todavía está por llegar, que será en los próximos años cuando se afiance y cuando reciba un mayor número de visitantes. De tal modo que la inversión que hemos realizado para su puesta en marcha, más de 40 millones de euros, no puede caer en saco roto y, naturalmente, se mantendrán y potenciarán sus instalaciones y junto a la iniciativa privada estoy convencida que consolidaremos la Ruta como un destino turístico. Hay que dar tiempo al tiempo, pero yo estoy convencida de su éxito porque la base es sólida, está bien estructurada y muy bien pensada y meditada.
P: ¿Se ha pensado en algún momento, aprovechando los fastos conmemorativos de la excepcional criatura de Cervantes, promocionar otras obras del autor, considerando que en varias de ellas aparecen escenarios, personajes, costumbres e importantes fiestas castellano manchegas?
R: De momento este año es evidente que los personajes principales de la celebración son los que integran la universal obra de Cervantes, pero como les digo la nuestra es una vocación de continuidad y Cervantes una figura indiscutible de la literatura universal. Al hilo del IV Centenario están surgiendo, por ejemplo, compañías teatrales que seguramente en años sucesivos representarán otras obras de Cervantes. Los dos festivales de teatro clásico por excelencia de la Región, Almagro, en Ciudad Real, y Chinchilla, en Albacete, seguro que se seguirán ocupando de la obra en general de Cervantes y así en otras facetas de la cultura, la fiesta o la promoción turística.
P: ¿Cuál es, a su juicio, el camino para solucionar la situación de perpetua crisis económica que sufren la mayor parte de los pequeños ayuntamientos cuyos recursos son muy escasos para afrontar sus competencias?
R: Es cierto que los pequeños ayuntamientos se ven con mayores dificultades para llevar a cabo nuevos servicios que ofrecer a sus vecinos. Sin embargo, hacia estos municipios el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha es mayor y cada vez menor su aportación económica en los convenios que se suscriben con ellos desde los distintos departamentos de la Junta. El Fondo Regional de Cooperación Local está siendo una herramienta muy válida para nuestros pueblos y estoy convencida que todavía mejorarán las condiciones de los municipios de la región gracias a la futura Ley de Pacto Local y el Libro Blanco para la Reforma del Gobierno Local porque en ellos se están introduciendo las sugerencias, propuestas y necesidades más generales que plantean los ayuntamientos. Seguro que gracias a ese Pacto Local va a cambiar, y para bien, el papel de los ayuntamientos en el mapa político de la región. Por otro lado, creo que es justo reconocer que nuestros pueblos nunca estuvieron tan bien como lo están ahora. No hay nada más que recorrer nuestros municipios para comprobarlo. Belmonte, como Castilla-La Mancha, está en el mejor momento de su historia y es justo reconocerlo y señalarlo.
P: En este sentido, dentro del panorama social, económico y cultura de nuestra Región, ¿qué papel cree Vd. que desempeñan pueblos como Belmonte?
R: Todos los pueblos y ciudades de Castilla-La Mancha son fundamentales para el progreso y el desarrollo de la Región. La fuerza de Castilla-La Mancha reside en la fuerza de los pueblos de las cinco provincias de la Comunidad. Cada uno de los 919 municipios juega su papel y, por supuesto, Belmonte juega el suyo, muy importante, por cierto, en un plano como el turístico. Por ejemplo, esa importancia de Belmonte se refleja en hechos como la decisión de incluir al municipio en uno de los itinerarios de la Ruta de Don Quijote lo que supondrá un incentivo económico, cultural y turístico para esta villa. Como también es importante el papel que en pueblos como Belmonte desempeñan colectivos como la Asociación Cultural “Infante Don Juan Manuel” que con una labor inquieta y en pro de su municipio también aportan su grano de arena al desarrollo y al progreso de sus convecinos.
P: Sabemos que Vd. conoce ya la situación del castillo de Belmonte, edificio emblemático de gran valor histórico y artístico. Una pregunta que incluye también un ruego, una petición, ¿tiene el gobierno castellano-manchego la intención de intervenir de alguna forma en este edificio, de propiedad privada, pero uno de los más importantes del patrimonio de la Región, para impedir que en pocos años se convierta en ruinas?
R: Me consta que desde que María Angustias, vuestra alcaldesa, accedió al Ayuntamiento el castillo ha sido una de sus preocupaciones por la importancia que para el patrimonio histórico-artístico de la región tiene y porque, además, supone una fuente de ingresos y de atracción turística. Ello le ha traído hasta la capital regional en varias ocasiones para contactar con varias consejerías. Yo misma tuve una entrevista hace recientes fechas con varios miembros de vuestra Asociación y la concejal del área de Cultura y siempre se ha mantenido la misma posición, la imposibilidad de poder actuar sobre el castillo, como sí se ha hecho sobre otros edificios históricos, por ser éste de titularidad privada. Lamentablemente no es una decisión unilateral del Gobierno regional, ya que la Ley de Patrimonio Histórico impide realizar cualquier obra o restauración a las administraciones públicas en patrimonio privado.
Agradecemos a Dña. Mª Luisa Araujo su presencia en estas páginas, y, puesto que aún no conoce Belmonte, la invitamos a que se acerque un día – cuando su agenda se lo permita – a visitar este castillo tan parecido al que imaginaba don Quijote, estas tierras escenario, en tiempos quijotescos, de inauditos lances de caballería. Le aseguramos que será muy bienvenida.
I. Valverde
Miguel Ángel Vellisco
Miguel Ángel Vellisco
Eustaquio Romero Almodóvar
(publicado en Torremolinos Información el 6 de agosto de 2005)
I. Valverde
Belmonte, además de ver pasar por sus calles y plazas a esos santos de carne y hueso, tantas veces recordados e invocados, vio florecer y con gran esplendor a otros santos de primera categoría. Hoy quería fijarme en, el ya puesto en los altares, Beato Alonso Pacheco.
Nació en Minaya, en el año 1551, hijo de los Ilustres Señores D. Juan Pacheco, descendiente del Marqués de Villena y de Dña. Juana de Alarcón, de los Condes de Valverde, Señores de Minaya en el Obispado de Cuenca, provincia de Albacete. Era nieto y descendiente de don Juan Fernández Pacheco, primer señor de Belmonte. Ahora vemos su estatua orante en la Colegiata de Belmonte, a la izquierda del Altar Mayor.
San Francisco de Borja había fundado el Colegio de los Jesuitas en Belmonte en el año 1557, y de los primeros alumnos que se incorporan a este colegio por el año 1561 ó 1562 a estudiar gramática, es Alonso Pacheco y Alarcón, dónde sobresalió no sólo por ser descendiente de los Pacheco, señores de alta alcurnia de Belmonte, sino sobre todo por su ciencia y virtud que desde su Minaya natal ya tenía almacenada.
Ya desde los estudios iniciales en el Colegio de Belmonte informaban de él sus superiores diciendo de Alonso Pacheco “que allí se veía madera de sacerdote y madera de santo”.
De Belmonte pasó a Villarejo de Fuentes, en dónde los Jesuitas tenían el noviciado, y en 1667 hizo su profesión religiosa. Allí, según escritos de la época “echó muy profundos cimientos en el edificio eminente de Santidad que coronó después con glorioso martirio...”.
Pasó después a estudiar Teología a la Universidad de Alcalá de Henares, dando ejemplo admirable de su estudio, trabajo, silencio, modestia y humildad, caridad... querido y respetado por sus compañeros y profesores.
Toda su ilusión, todo el deseo el joven Pacheco fue marchar de misionero a Goa y a Japón, y elegido para ello por los superiores, después de despedirse de sus padres y familiares en Minaya marchó a Lisboa para embarcar con sus compañeros.
Era el año 1574, todavía sin acabar los estudios de Teología para ordenarse sacerdote. Llegó a Goa el día 6 de septiembre de 1574 y se puso a estudiar con toda intensidad y fervor y, en vísperas de Navidad del mismo año, fue ordenado sacerdote y celebró su primera misa.
Una vez ordenado sacerdote, desempeño varios cargos: Rector del Colegio de San Pablo de los Jesuitas en Goa; Secretario Particular del Padre Provincial que debía acompañarle en todas sus visitas a los diferentes puestos de Misión para conocer “in situ” la realidad y problemas de cada una de ellas.
Sabiendo sus superiores la valía intelectual y virtud del P. Pacheco, lo enviaron como embajador ante el Rey de España, Felipe II, y del Papa en Roma, Gregorio XIII, para darles cuenta e informar detalladamente de la situación de las Misiones en Goa.
Cuando volvió de su embajada, encontró en lamentable estado la Misión de Goa, dónde a unos 5 km. al sur estaba la península de Salsete, con más de 200 templos dedicados a los ídolos, por los mismos jefes políticos de religión musulmana, los bracmanes. Los mismos jefes levantaron al pueblo sencillo y se sublevaron emprendiendo una peregrinación religiosa, dirigida especialmente hacia los P. P. Misioneros.
Ya los mismos Padres habían predicho que “este jardín no produciría flores de Santidad mientras no se regara con sangre de mártires”.
Los paganos de Salsete, manipulados por el odio de los bracmanes, prepararon su muerte. Y cuando los misioneros se dirigían a la aldea de Cuculino para restablecer la misión, salió a recibirlos el jefe de la aldea, y cuando se dirigían a saludarlos y a darles la bienvenida, uno de la comitiva atravesó con una lanza el pecho del P. Pacheco, que cayó de rodillas y todavía, con el cuerpo ensangrentado y la voz entrecortada, se le pudo oír:
“Tú, Señor,
sufriste otro golpe de lanza.
Perdona a estos ignorantes...”
Y al momento recibió otra lanzada en la garganta... y su alma subió al Cielo.
Tenía 33 años. Era lunes, 15 de julio de 1583.
El Papa León XII lo beatificó con sus otros cuatro compañeros mártires. Su fiesta, llena de júbilo y gratitud a su paisano, se celebra en Minaya el 7 de septiembre con toda solemnidad y fervor.
Luis Andújar
El cuatro de febrero de 2005 nos dejó para siempre Pepe Almodóvar. Su enfermedad, sus enfermedades, fueron avanzando poco a poco, pero de manera implacable. Él sabía que su vida pendía de un hilo; hablaba de ello con naturalidad, sin prevenciones ni dramatismos. Pero hablaba y se interesaba también por la vida de los demás. Su delicada salud no le impedía estar atento a lo que le rodeaba.
Hablaba mucho de Belmonte, con aciertos y con errores, como nos pasa a todos. Luchó por su pueblo, por nuestro pueblo, y tuvo el honor de ser el primer alcalde de la Democracia, el primer alcalde elegido por los belmonteños.
Sus desvelos, su inquietud, su permanente actividad le llevaron a abordar numerosos proyectos que después se fueron haciendo realidad: servicios, infraestructuras, colegios, captaciones de agua, ferias… Nada escapó a su desinteresada entrega en pro de su pueblo.
Como patrono de la Fundación Moreno Baillo, se esforzó en lograr tres objetivos importantes: aumentar la rentabilidad, reforzar la finalidad social y darle mayor transparencia a todas las actividades –durante su mandato, la Fundación dejó de ser coto privado-, aunque para todo ello tuviera que enfrentarse a la más alta autoridad eclesiástica de Cuenca: el obispo Guerra Campos; lo que hizo con firmeza y sin falsos respetos.
Fue también un empresario incansable. Deja en Belmonte sobradas muestras de su iniciativa en este campo.
La A. C. Infante D. Juan Manuel recibió, de él, aliento y apoyo desde los primeros momentos. Con certeza puede decirse que nada de Belmonte le fue ajeno. En Belmonte nació, en Belmonte sirvió y en Belmonte reposa. Descanse en paz, Pepe Almodóvar.
Carlos Grande Renales
Desde la Asociación Cultural Infante Don Juan Manuel queremos también transmitir nuestras más sinceras condolencias a la familia de uno de nuestros socios, Vicente Redondo Fernández, que falleció en estos últimos meses.
A través de nuestra revista, El Atrio, queremos hacer llegar a sus familiares nuestro pesar y recordar a Vicente Redondo, ya que gracias a él, al igual que gracias a cada uno de nuestros socios, esta revista sale adelante.