ASOCIACIÓN CULTURAL
INFANTE DON JUAN MANUEL
Nº A.C. 1361.
DEP. LEG.: CU-218-1998 - ISSN: 1696-6260
16640 - BELMONTE (Cuenca)
E-mail: [email protected]
EL ATRIO
Consejo de Redacción: Ricardo Cuevas, Luz Campos, Pedro Iglesias, Mª Victoria Cavero, Inés Valverde, Cristina Cavero.
Publicidad: Josefa Escribano.
Distribución: Mª Isabel Granados.
BOLETÍN Nº17 DE LA ASOCIACIÓN INFANTE DON JUAN MANUEL
ENERO 2005
"Por falso dicho de omne mintiroso,
non pierdas amigo provechoso"
(Don Juan Manuel)
EDITORIAL
CONSERVAR EL PASADO PARA MIRAR AL FUTURO
La concienciación acerca de la necesidad de conservar el patrimonio histórico en buen estado, resulta crucial para el desarrollo de Belmonte. Sabemos que el pueblo posee el conjunto histórico-artístico de mayor valor de la comarca, e incluso, uno de los mejores a nivel regional. Y, hoy por hoy, no existe en Belmonte una conciencia sólida que nos haga preocuparnos por nuestro entorno para conservarlo y mejorarlo. Además, en la sociedad actual, en la que el ocio y el turismo cultural se han asentado como una forma de vida, se nos brinda una oportunidad inmejorable para salir adelante. Este año de aniversario quijotesco, lo debemos tener más presente que nunca.
Un ejemplo de concienciación ha sido el que durante años ha intentado transmitir con su labor Luis Andujar, anterior párroco. Por acciones desinteresadas de este tipo, hoy en día disponemos de una Colegiata en un magnífico estado de conservación.
Pero tenemos otros lugares que mantener. El Castillo, cuya situación actual es lamentable, es uno de ellos. Tal es el caso que, hace unos meses, miembros de la Asociación Española de Amigos de los Castillos aconsejaron su cierre inmediato. La solución a la situación de este monumento, por ser propiedad de la Casa de Alba, no puede venir por la misma vía que la de la Colegiata: en las reuniones que la Junta Directiva de esta Asociación ha mantenido con el Gobierno Local, con el presidente de la Diputación Provincial, Luis Muelas, y, finalmente, con la Administración Regional, a través de Mª Luisa Araujo -Consejera de Economía y Hacienda-, se nos ha informado reiteradamente de que la actual Ley de Patrimonio Histórico, impide realizar cualquier obra o restauración a las Administraciones Públicas en patrimonio privado.
Pero que la situación de El Castillo dependa de la anacrónica aristocracia española, no debe hacernos creer que no hay trabajo por realizar. Existen otros muchos monumentos, calles, plazas y demás lugares públicos cuyo estado de armonía estética y de limpieza está en manos de todos.
En este sentido, una de las últimas obras que se han realizado en materia de patrimonio ha sido la reforma de la Ermita de la Virgen de Gracia, en la que, entre otras cosas, se ha procedido a cambiar la reja de madera por una de forja. No es nuestra labor juzgar las actuaciones en materia de conservación de monumentos históricos de la Cofradía de la Virgen de Gracia. Es más, reconocemos que su encomiable labor ha permitido que hoy en día podamos disfrutar en Belmonte de una ermita de siglos pasados. No obstante, aunque este asunto es competencia de la citada Cofradía, al ser una parte importante del patrimonio de Belmonte, sí nos parece pertinente plantearnos una serie de preguntas al ver acometer una obra así: ¿era necesaria la retirada de la verja original?, ¿se ha valorado la posibilidad de restaurarla? o ¿cumple la nueva reja con las particularidades estéticas de la ermita? Estas son cuestiones que ya no cabe plantearse por que la obra se ha iniciado y está siendo acometida en estos días. El interrogante se pone ahora en ¿qué se va a hacer con la antigua reja de madera?
Hemos de adaptarnos a la novedad y modernidad de nuestros días, pero sin que eso signifique deshacernos del legado que nuestros antepasados nos entregan. Ejemplos de falta de concienciación hemos tenido, años atrás, en Belmonte; como cuando se utilizaron en 1912 las piedras de la Muralla para construir la Plaza de Toros, o posteriormente, con el abandono del Palacio del Infante Don Juan Manuel. Eran otros tiempos, pero la lección de estos deslices debemos aprenderla. Por ende, instamos a que no caiga en el olvido una reja que data aproximadamente del siglo XVIII y que, por estar hecha de madera, tiene un carácter casi exclusivo (no es muy numeroso ese tipo de rejería dentro del patrimonio de nuestro país; observemos por ejemplo, cómo en la Colegiata la única verja similar es la de la Capilla del Bautismo). Creemos que los esfuerzos que se realicen para intentar conservarla no serán en vano. No sabemos cuál puede ser su destino ni, si quiera, si cabría la posibilidad de ubicarla en otro lugar, aunque sí esperamos poder disfrutar de nuevo de ella en un futuro.
De la concienciación para conservar este y otros elementos de nuestro patrimonio, dependerá en gran medida el porvenir cultural y turístico de Belmonte. Está en las manos de todos.
UN AÑO ENSEÑANDO NUESTRO PUEBLO
Desde estas páginas, algunos hemos escrito sobre el binomio que deben formar el turismo y Belmonte en los próximos años. Aunque la realidad acerca del Castillo no nos traiga buenas nuevas parece que, poco a poco, se empieza a creer en esta unión. El reciente curso de informadores turísticos, la apertura de la Colegiata en horario regular, la presencia en FITUR con un folleto sobre Belmonte y el previsible aumento, esperemos que en breve, de las plazas hoteleras así lo confirman.
Desde la Asociación Fuente del Beso, hace un año nos planteamos qué podíamos hacer para fomentar la llegada de visitantes a Belmonte. No había dinero, claro está, pero estábamos cinco personas con la ilusión de realizar una actividad muy simple: enseñar nuestro patrimonio. Pensamos que el visitante que llega a un destino turístico tiene la inquietud obvia de saber lo que ve y conocer por dónde pasea para que su visita sea enriquecedora y no quede sólo en una bella fotografía.
Empezamos a hacer acopio de material bibliográfico de Belmonte, especialmente del Castillo y de la Colegiata, para lo cual nos fue de gran ayuda el libro de Don Luis Belmonte. Cuna de Fray Luis de León. Su Colegiata, junto con otros que cada uno fuimos rescatando de nuestras estanterías. La experiencia que poseíamos en el mundo de la enseñanza era nula, por lo que no sabíamos cómo iba a reaccionar el turista ante nuestras explicaciones, así que decidimos probarnos antes de arrancar el proyecto más seriamente. Algunas tardes y fines de semana enseñando el Castillo sirvieron para ver que, a pesar de ciertos titubeos y el olvido de algunos datos, la gente estaba interesada en saber la historia del monumento y agradecida ante la labor que estábamos desempeñando.
Desde un primer momento, teníamos claro que el éxito residía en la propaganda. Había que venderse para que la idea calara. Así, hicimos unas cuartillas con el servicio que ofrecíamos para enviarlas a todas las Oficinas de Turismo de la región y a los ayuntamientos de los pueblos más cercanos a Belmonte que, sin poseer un punto de información al visitante, también son destinos turísticos. Por otro lado, sabíamos que la difusión por internet podía ser interesante, así que nos pusimos en contacto con Jesús Aragón para que nos "colgara" en la web de Belmonte en un sitio preferencial.
Las limitaciones que impusimos a las visitas nos hacían dudar del éxito de la empresa. Cada uno de nosotros tenía sus obligaciones laborales o estudiantiles y la realización de las guías se debía ceñir a nuestro tiempo libre, por lo que decidimos acotar el servicio a grupos concertados previamente. Sin embargo, pronto empezaron las llamadas, las primeras visitas y, al igual que pasó con las guías experimentales en el Castillo, las felicitaciones. Una de las principales enseñanzas de este año ha sido que las personas no son exigentes y se conforman con la información que les ofrecemos.
Por otro lado, uno de nuestros principales objetivos durante este año ha sido que el turista no visite el Castillo solamente, sino que contemple también la Colegiata y el resto de nuestro rico patrimonio, por lo que hemos ofrecido unas rutas completas que, en ocasiones, han durado casi tres horas. Además, siempre se ha intentado convencer a los grupos para que pernocten o hagan alguna comida en el municipio ya que, en definitiva, lo que interesa es que los turistas dejen dinero en Belmonte y no pasen de largo, como hacen la mayoría. Éstos llegan, ven el Castillo en una hora y se van. De este modo, el beneficio es nulo. Sin embargo, si ofreces visitas que lleven una mañana o una tarde completa, es muy factible que los grupos se queden a comer o dormir en Belmonte, como así ha ocurrido.
Así pues, desde octubre de 2003 hasta octubre de 2004, hemos realizado más de 30 guías, de las que se han beneficiado unas 1400 personas. El hecho de ofrecer el servicio sólo a grupos concertados previamente, junto a nuestros ocasionales asuntos personales, han impedido que este número sea mayor. No obstante, podemos decir que el balance ha sido bastante positivo.
Los mejores meses han sido febrero, donde ofrecimos siete guías; y mayo, que fue el mes en el cual tuvimos más personas, con un total de 318. Por otro lado, los peores meses fueron los de invierno y verano cuando, como ocurre en otros lugares del interior y monumentales, el turismo se resiente. Aunque en un principio creíamos que la demanda se iba a acotar a los fines de semana, muchas excursiones también nos han llegado en días laborables, especialmente estudiantes y mayores. En cuanto a la procedencia, ha sido de lo más variada. Ha habido visitantes venidos desde puntos cercanos, como Socuéllamos o Motilla del Palancar, hasta grupos argentinos o estudiantes europeos adscritos al programa Erasmus. La mayoría de las personas han contactado con nosotros a través de internet, aunque otros muchos han llamado directamente al Castillo para conocer si se ofertaban guías turísticas sin tener conocimiento previo de nuestros servicios. Esto significa que nuestra idea no era descabellada, sino que hay una demanda que, en parte, la estamos intentando cubrir.
No queremos, con estas líneas, tirarnos flores por nuestro trabajo. Nada más alejado de la realidad. Por un lado, queremos agradecer a todos los que han colaborado con nosotros, especialmente al ayuntamiento, que dio su visto bueno; y a las encargadas del Castillo, que nos han canalizado todas las visitas. Por otro lado, creemos que es conveniente dar a conocer estos proyectos a los belmonteños para transmitirles ideas e ilusión. Como hemos dicho, no teníamos recursos económicos para llevar a cabo una gran empresa, ni una gran cantidad de personas que la llevaran a cabo. Sin embargo, pensamos que nuestra labor ha sido y seguirá siendo buena para que Belmonte despegue y se consolide como un destino turístico atractivo. Sobre todo, tenemos la sensación de que estas iniciativas son las que le hacen falta al municipio. Si nosotros hemos podido, ¿por qué otros no pueden realizar proyectos que revitalicen a Belmonte?. Más que recursos, la clave está en las ideas y, especialmente, en el cariño que le pongas a las mismas. Estamos seguros que muchos belmonteños tienen planes para mejorar el pueblo. Si los ponemos en marcha, estaremos en el buen camino.
Raúl Serrano de la Fuente
Coordinador del proyecto "Guías locales de Belmonte.
NUESTRA REVISTA
Siempre me ha ocurrido que, tras la finalización de las asambleas ordinarias celebradas por la Asociación, he salido con cierto pesimismo y desaliento , debido, según he supuesto siempre, a la escasa participación en las mismas por parte de los socios y a mi responsabilidad en semejante situación. Sin embargo, en la última asamblea celebrada el pasado 11 de Septiembre no he sentido lo mismo, a pesar de que la asistencia a la misma se mantuvo en los parámetros habituales. Mis sentimientos fueron de perplejidad y de preocupación ante algunas de las cuestiones que allí se plantearon y discutieron, relacionadas con el propio fundamento de la Asociación y de esta Revista como su instrumento principal de expresión, más que con la participación de sus socios.
Fue mi amigo Alberto quien trasladó a la Junta Directiva una de las sensaciones que tienen muchos socios residentes en Belmonte, y vecinos que sin llegar a ser socios también lo han manifestado así, relativas a lo alejada que se queda la revista y sus publicaciones de los vecinos de nuestro pueblo, de sus experiencias y vivencias, de sus necesidades y esperanzas y de todo lo que supone su vida en comunidad. No era la primera vez que se manifestaba de esa manera, pues siempre se encargó de recordármelo a lo largo de los primeros años de andadura de nuestra Asociación. El caso es que su reflexión desencadenó un pequeño debate en torno a este tema, comentándose desde la Junta Directiva que se debe tener mucho cuidado con el riesgo que supone "la bajada de niveles" en una publicación cultural como nuestra revista El Atrio, queriendo así expresar que se debe tener mucho cuidado con lo que se publica. Debo reconocer que dicha afirmación me dejó bastante preocupado y así lo manifesté allí. La revista ha mejorado notablemente en cuanto a publicaciones de divulgación científica e investigación, y eso está muy bien y la Junta Directiva ha realizado un trabajo excepcional en ese sentido. Pero no debe olvidar la propia Junta que es finalidad fundamental de la Asociación promover el desarrollo cultural (en su sentido global) de Belmonte y de sus gentes y nada mejor para ello que plasmar en la revista ese sentir popular que en modo alguno atenta contra el desarrollo cultural sino que contribuye a estimularlo. Así mismo creo conveniente recordar a nuestra Junta Directiva que la expresión bajada de niveles, muy utilizada en el ámbito escolar, tiende a usarse con demasiada frecuencia y no siempre con acierto cuando, verdaderamente, de lo que se trata es de "adecuar" los contenidos y los procedimientos a la diversidad de la población para conseguir los objetivos propuestos. Por tanto creo que la línea actual de publicaciones debe complementarse con otros aspectos a los que hacía referencia anteriormente pues nos son excluyentes, y dar cabida a opiniones y artículos relacionados por ejemplo con nuestros escolares y sus primeros intentos como escritores, o a la banda de música, su escuela y sus proyectos, o a la asociación de teatro con sus problemas y sus inquietudes, etc.
Una sensación parecida me produjo uno de los argumentos empleados desde la Junta, tras mi reflexión a la misma, relativa a las obligaciones que tenemos como Asociación, que es recordarle al Gobierno Municipal, cuando es necesario, algunas de sus obligaciones para con nuestro Patrimonio, sobre todo si se percibe negligencia en el cumplimiento de las mismas. Dicho argumento se refería al peligro que se corría de convertir la revista en panfleto político si se procedía de esta manera y, ciertamente no es muy halagador comprobar que el esfuerzo realizado en los primeros años por mantener la independencia política de manera escrupulosa y objetiva respecto de la afinidad partidista (política) de nuestros gobernantes quede reflejada como panfleto sin más. Nuestra Asociación no debe rendir cuentas a ninguna administración; es nuestra obligación ejercer de voz crítica constructiva siempre que sea necesario y ante cualquier organismo. No se puede ni se debe hacer vulnerable esa independencia. Una Asociación como la nuestra debe representar por sí misma garantía de libertad y no puede mostrar signos (por alusión u omisión) de influencias de una u otra representación política en nuestro Ayuntamiento.
Juan Manuel Zarco Resa
LA DEMOGRAFÍA COMO REFLEJO DE AUGE
No podemos obviar lo evidente. Hoy en día Belmonte no está pasando una óptima etapa demográficamente hablando. No debemos olvidar, e incluso, igualar, aquellas buenas etapas que encontramos en la historia de nuestro pueblo. y no sólo me refiero a los siglos lejanos (XVI, XVII), sino a incluso el siglo XX, ya que en uno de los años
de este siglo (1960) ha sido cuando Belmonte ha llegado a su punto demográfico más alto. Estoy hablando concretamente de que la década de los 60 Belmonte llegó a tener una población de 3.777, de los cuales 1.838 eran hombres y 1.939 mujeres, y es a partir de este año cuando comienza el proceso de emigración y por lo tanto el declive demográfico de Belmonte.
Como decía anteriormente, Belmonte ha vivido épocas de importante auge. Tanto es así, que las primeras referencias que tenemos sobre la población de Belmonte se remontan a 1.591, cuando se realizó el primer censo de la CORONA DE CASTILLA. Es muy importante esta fuente para que entendamos la época de grandeza de la villa, porque no es nada habitual que los pueblos actuales existieran en el siglo XVI con la misma estructura que hoy en día. Para que podamos sacar conclusiones, en primer lugar hay que exponer el censo.
CENSO AÑO 1591PARTIDO O ASOCIACIONES | | PUEBLOS | | VECINOS |
Belmonte y sus tierras | | 6 | | 1.520 |
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
PUEBLO | | VECINOS | | | RELIGIOSOS | |
Belmonte | TOTAL | DERECHO | HIDALGOS | CLÉRIGOS | FRANCISCANOS | NO FRANCISCANOS |
| 756 | 681 | 19 | 48 | 50 | 84 |
Para sacar el total de vecinos que tenía Belmonte, de forma aproximada, sumamos los vecinos de derecho y los hidalgos, que eran los que podían tener familia y nos da un total de 698 vecinos. Utilizando el coeficiente 4 como media familiar, sale un total de 2.792 vecinos. Son muchos vecinos para la época, aunque esto tiene una explicación muy clara. Sabemos que hasta 1.591 había a las afueras de las murallas un barrio judío y otro moro, de los que había censados 100 moriscos. Calculando otros 100 judíos son 200 ó 250 vecinos más. Aparte de estos vecinos, también hay que contar a las personas que dedicaron su vida a la religión. Así hacen un total de 190 vecinos.
Como vemos, hay un total de 2.982 habitantes y un total de 756 vecinos. Por medio de estos datos, podemos deducir que Belmonte en esta etapa se encontraba en su mejor momento y en época de auge, y es que es la época de Don Juan Pacheco cuando Belmonte estaba en su época más importante.
Del siguiente censo que encontramos información relevante de Belmonte es en el CENSO DE FLORIDABLANCA en 1.787. En este año Belmonte tenía la categoría de villa en la que la autoridad máxima era el Alcalde mayor de señorío. Su jurisdicción formaba parte de un señorío secular perteneciente a la intendencia y partido de Cuenca.
La población total de Belmonte era de 2.636 habitantes, de los cuales 1.248 eran hombres y 1.388 eran mujeres, por lo que deducimos que Belmonte sigue en un momento de auge. Según el alojamiento de la población podemos hacer la siguiente división:
- Número de habitantes que residían en viviendas familiares, era de 1.200 hombres y 1.339 mujeres, es decir, un total de 2.539 habitantes.
- Número de habitantes que se alojaban en viviendas colectivas como congregaciones religiosas u otras, era de 48 hombres y 49 mujeres, un total de 98 personas.
La distribución de la población según la edad y el sexo era el siguiente:
EDAD | VARONES | MUJERES | TOTAL | % DEL TOTAL |
> 7 | 188 | 180 | 368 | 14,5 |
7-16 | 252 | 267 | 519 | 20,5 |
16-25 | 158 | 271 | 329 | 16,9 |
25-40 | 117 | 125 | 242 | 9,5 |
40-50 | 306 | 302 | 608 | 23,9 |
> 50 | 179 | 194 | 373 | 14,07 |
TOTALES | 1.200 | 1.339 | 2.939 | 100 |
Analizando este censo, deducimos que la población que predomina es madura, ya que la mayoría de los habitantes tienen entre 40 y 50 años, seguidos por el grupo de los adolescentes entre 7 y 16 años. Por estos datos vemos que la natalidad era baja ya que este año nacieron solamente 98 personas.
La pirámide poblacional es más o menos regular, exceptuando la diferencia delos grupos de 25-40 años con el grupo de 40-50 años. Se destaca el bajo porcentaje del intervalo de 25-40 años, aunque tiene su explicación, ya que si comparamos las mujeres que había en el intervalo anterior como éste, vemos que hay una diferencia de 146 mujeres y puesto que es una edad fértil, la mayoría de las mujeres debían morir al dar a luz. También llama la atención la diferencia entre los grupos de 40-50 años con el intervalo de más de 50. Esta diferencia, 127 hombres y 108 mujeres, es lógica ya que es conocido por todos que antiguamente rara vez se superaban los 60 años de vida.
Por último, destacar que en este momento la pirámide poblacional está muy equilibrada, ya que la base y el ábside son muy parecidos, es decir, que nacía el mismo número de personas que morían.
Es lógico que en las dos épocas anteriores, la demografia belmonteña estuviera en auge ya que son dos momentos en los que Belmonte tenía una consideración de villa y de la cual dependían 6 pueblos.
Hoy en día, la población de nuestro pueblo es una población anciana en su mayoría, y esto es debido a dos razones fundamentalmente:
- En primer lugar, la falta de salida laboral que tiene la gente joven, causa primordial de la emigración.
- La otra razón, es la costumbre que tienen los ancianos de la residencia a empadronarse en Belmonte una vez que ingresan en la misma
Llama la atención que nuestro pueblo tenga hoy en día un problema demográfico con las salidas laborales que se podrían generar explotando el turísmo intrínseco que se encuentra en esta preciosa villa. ¿De quién es el problema? ¿Cómo se podría solucionar? La respuesta sería muy complicada para darla en dos líneas, aunque sí sería bueno que este artículo sirviera para que los belmonteños reflexionen y que entre todos podamos dar el auge que se merece nuestro pueblo.
María Victoria Soto Alejo
RESTAURACIÓN DE SANTA MARÍA MAGDALENA
DE SALVADOR CARMONA (S. XVIII). COLEGIATA. ABRIL-JULIO DE 2004
En el patrimonio artístico del Belmonte, se dispone de gran cantidad de obras que hay que vigilar y cuidar periódicamente para que permanezcan en buen estado. Un ejemplo de ello es La Magdalena de Carmona, que permanece en la Colegiata y que podemos ver en procesión cada Semana Santa. En general, el estado de conservación de la imagen era bueno aunque requería una intervención urgente ya que corría el riesgo de deteriorarse gravemente si no se acomete a tiempo dicha intervención. A continuación vamos a relatar, de forma muy concisa, cómo transcurrió el proceso de restauración de esta talla.
El principal problema que presentaba la escultura y que hacía peligrar su integridad era la poca sujeción que existía entre peana y figura. 
Dicha unión constaba únicamente de dos clavos colocados desde el interior de la peana. Pero su debilidad se ha hecho notar en los últimos años, desde que se empezó a usar la imagen como paso procesional, ya que la obra no está concebida para tal fin. Los movimientos y tensiones que sufre la escultura durante las procesiones y el hecho de sacarla cada año del lugar donde se guarda han hecho que se fuera separando ligeramente de la peana. Como consecuencia de ello se ha desprendido el pie derecho.
Otra alteración de gran importancia es el avanzado levantamiento de policromía en la zona de la estera, debido posiblemente, a que la preparación es muy gruesa y rígida, agravado por cambios de humedad y temperatura. También se apreciaban unos ligeros levantamientos en la cara y en el cabello.
También, presentaba reintegraciones volumétricas y cromáticas como consecuencia de una intervención anterior que sufrió la escultura. Algunas de ellas eran de muy mala calidad. Tenía faltas volumétricas, en la mano izquierda le faltaban dos falanges de dos dedos. En la peana faltaban dos esquinas de la base de la misma en la parte trasera.
Presentaba el barniz oxidado. En la parte de los brazos tenía acumulaciones de barniz, posiblemente de un barniz posterior al barniz original. Dichas acumulaciones han provocado la retención de suciedad produciendo el efecto de mancha.
Tenía depósito superficial generalizado, agravado en las zonas más horizontales.
Una vez que hemos visto la situación de la talla en general, aplicamos el siguiente tratamiento:
Para solucionar el problema físico de la peana, las acciones que se han seguido son las siguientes:
- Colocación de unos tirafondos por la parte interior de la peana de forma que sujetaran firmemente la escultura a la misma.
- Sustitución de dichos tirafondos por espigas de madera (una tras de otra para que no pierda la consistencia en ningún momento). Se han empleado espigas de madera de haya por su dureza y resistencia. Están adheridas con acetato de polivinilo.
- Colocación de pletinas de acero entre las uniones de las tablas y en las grietas para proporcionar una mayor consistencia a la construcción de la peana.
- Rellenado de grietas con una resina epoxídica.
Para el resto de la escultura se ha realizado el siguiente tratamiento:
- Unión del pie reforzado con una espiga de madera de haya empleando acetato de polivinilo como adhesivo.
- Asentado de policromía. Se ha empleado mayormente cola de conejo y en ocasiones una resina acrílica, Acril 33 (Primal), según el caso.
- Reintegración volumétrica de las dos esquinas de la peana y los dos dedos de la mano. Para ello se ha empleado madera de pino debido a la similar dureza con la madera original. En las esquinas se han introducido dos espigas por cada una; en los dedos se ha optado por no introducir espiga debido a que son demasiado delgados y en caso de golpe o tirón por accidente, es preferible que se separe la reintegración a que se desgarre el dedo original.
- Eliminación de ciertas reintegraciones anteriores que eran demasiado llamativas o que estuvieran mal realizadas.
- Estucado y desestucado de las lagunas de policromía en las que faltaba parte del aparejo o en su totalidad en las que se podía ver la madera, así como estucado de las maderas nuevas. Se ha empleado sulfato cálcico con cola proteínica natural, que es el mismo que presenta la escultura (aunque puede que en la zona de la estera lleve incorporado aceite de linaza en la mezcla).
- Limpieza y eliminación del barniz. En su mayor parte se ha eliminado químicamente con disolventes orgánicos, inorgánicos y con detergente concentrado no iónico.
- Saturado del color con goma laca. Al mismo tiempo se establece una separación entre la policromía original y las reintegraciones del color.
- Reintegración tonal a base de témperas y acuarelas.
- Barnizado y protección final. El primero a base de una resina natural y el segundo con resina sintética y cera microcristalina.
Este es un ejemplo de los arreglados y tratamientos que requieren las obras de arte de siglos pasados para su adecuada conservación. De nuestra concienciación para cuidar el patrimonio del que disponemos, dependerá que otras generaciones puedan también disfrutarlo.
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Estado inicial | Estado actual |
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Estado inicial | Estado actual |
Francisco Javier Guerra Parra
Restaurador de obras de arte por la E.S.C.R.B.C.M.
MIGUEL LUCAS DE IRANZO (I)
BELMONTEÑO, CONDESTABLE DE CASTILLA Y SEÑOR DE JAÉN
De origen humilde y plebeyo, Miguel Lucas de Iranzo nace en la villa de Belmonte (Cuenca) y creció en la corte de Juan II, por recomendación del propio don Juan Pacheco, Marqués de Villena y señor de Belmonte, quien estaba muy vinculado a la corte del rey. Estos predicamentos favorecen su nombramiento como doncel del príncipe de Asturias, futuro rey Enrique IV, con quien traba una más que notoria amistad.
Dicen las Crónicas que se trataba de un joven apuesto, despierto y ambicioso, a quien su afán de poder personal y político le hace entrar en oposición con la alta nobleza y otros miembros de la corte. Entre sus enemigos, se encuentran sus paisanos, los hermanos Juan Pacheco y Pedro Girón; así como Beltrán de la Cueva1, tal y como más adelante veremos.
Mantenía muy buenas relaciones con el rey Enrique IV, no exentas de cierto morbo en lo que al tema sexual se refiere, pues era bien conocido y comentado en toda la corte el hecho de la demostrada homosexualidad del rey. En la Crónica de Enrique IV de Alonso de Palencia se alude a estas relaciones en las "Coplas del Provincial".
Por su amistad de juventud es por lo que Enrique IV le nombra Corregidor de la ciudad fronteriza de Baeza y, más tarde, es encumbrado en 1458 a uno de los cargos más altos del reino, el de Condestable de Castilla2; figura a la que llega sin haber demostrado cualidades excepcionales que justificasen dicho nombramiento, quizás facilitado por la preferencia del rey de rodearse de personajes carentes de títulos y ascendencia nobiliaria, además de tratarse de hecho de su personaje favorito. Ello contribuye igualmente a que le sean conferidas por el rey las dignidades de barón, conde de Castilla, Chanciller Mayor del reino y Alcalde de las fortalezas de Jaén, Alcalá la Real y Andújar, además de Alguacil Mayor y Alcalde de la Cárcel de Jaén.
El caballero Miguel Lucas de Iranzo ostentó por concesión del rey la merced de portar escudo de armas. Desde ese momento, las armas de los Iranzo de Belmonte llevaban un estandarte tajado por una banda de sinople3; en la parte superior un castillo de oro sobre fondo gules4 y en la parte inferior un león rampante de púrpura sobre fondo plata5.
La rivalidad entre el Condestable y sus paisanos, los hermanos Juan Pacheco y Pedro Girón es constante a lo largo de sus vidas, tal y como veremos en el número siguiente de esta Revista Cultural. Esta enemistad hizo que incluso ambos hermanos consiguieran que cesara la protección real hacia el Condestable (no olvidemos la fidelidad de éste hacia el monarca, así como la amistad entre ambos), especialmente animando el creciente afecto del rey hacia Beltrán de la Cueva (esta es una de las muchas pruebas de la debilidad del monarca y los cambios de rumbo injustificados que solía tener). Ello hace que Iranzo sea encarcelado en julio de 1458 (reducido a una especie de confinamiento), huyendo de la prisión en mayo de 1459 y trasladándose a Aragón, ante el regocijo de los hermanos Girón y Pacheco al verse de nuevo sin oposición en su influencia en la corte6. El Condestable pudo regresar habiendo recuperado de nuevo la protección real gracias a los buenos oficios de Lope Barrientos, miembro del Consejo Real y persona influyente entre la alta nobleza y el propio rey.
Pese a las insistencias de su rey por que permanezca de nuevo junto a él, Iranzo decide dejar la corte y fijar su residencia en Jaén, ciudad donde se había casado años antes con Teresa de Torres, perteneciente a una noble familia. En esta ciudad vivirá desde octubre de 1459 hasta el final de su vida en 1473. Antes de situarse en tierras andaluzas regresó a Cuenca, pasando por su pueblo natal; desde aquí se dirigió a Jaén, ciudad en la que se refugia, atento en adelante tan sólo a la consolidación de su señorío sobre la ciudad y a la defensa de sus tierras contra las incursiones musulmanas, como capitanía de frontera, ya que se trataba de uno de los principales bastiones cristianos frente al reino de Granada.
El Gobierno de la ciudad estaba a cargo de El Concejo que funcionaba como una Asamblea Ciudadana, quedando éste regido por el Fuero de Toledo, mientras que otras ciudades del reino como Baeza o Úbeda lo eran por el de Cuenca7. El perfil político y de hombre de armas de Miguel Lucas de Iranzo, dirigiendo la ciudad de Jaén, discurre a la par de su gusto por los fastos y los lujos, así como por las mejoras en la propia localidad, lo que nos transmite la imagen de un perfecto caballero medieval.
Las Crónicas del Condestable nos muestran el perfil de un personaje cortesano amante de los espectáculos, celebraciones y banquetes. Así, se recogen imágenes escénicas de farsas, momos, representaciones y misterios, a las que habría que añadir las fiestas de carnaval y las justas celebradas en lo que más tarde sería la Plaza del Mercado de Jaén.
La prosperidad económica y social de la ciudad está ligada a la figura del Condestable Iranzo de manera más que notoria. Desde el punto de vista económico, el belmonteño no es ajeno, por ejemplo, a la gran influencia que los judíos tienen en su desarrollo; por eso, cuando en la segunda mitad del siglo XV se desatan persecuciones contra ellos, encuentran la protección del Condestable. De carácter socio-cultural es de destacar el hecho de tratarse de la primera persona de la que existe constancia documental que acoge a miembros del Pueblo Gitano allá por el año 1462. En concreto, el día 22 de noviembre de ese año el Condestable recibió honorablemente a dos condes (don Tomás y don Martín) procedentes de Egipto, con unas cien personas entre hombres, mujeres y niños que andaban deambulando por el reino de Castilla sin nadie que los acogiese ya que, por negarse a nuestra fe, el Santo Padre les obligó a hacer penitencia por todos los reinos y provincias de la cristiandad. Iranzo los mandó aposentar y hacer grandes honras, alimentándoles y dándoles todo lo necesario durante los aproximadamente veinte días que estuvieron en Jaén, así como ropas, sedas y más alimentos para el viaje cuando voluntariamente decidieron dejar la ciudad8.
El Condestable Lucas de Iranzo emprendió diversas obras en Jaén que, si bien no tendrían carácter monumental, sí nos indican el carácter de un regidor preocupado por el aspecto de su ciudad. Las intervenciones del Condestable revelan su doble concepción de la ciudad como fortaleza y, al tiempo, como lugar de habitáculo y esparcimiento, escenario urbano cotidiano y también adecuado para los momentos de celebraciones y fiestas.
La ciudad medieval de Jaén seguía teniendo un fuerte carácter defensivo, se reconstruye el castillo de Santa Catalina9 y el recinto amurallado se amplia para acoger al barrio de San Ildefonso, destruyéndose y reconstruyendo las partes ruinosas de muralla. La ciudad se extendía de forma alargada por la falda del cerro del castillo, conocido como cerro de Santa Catalina, con una longitud aproximada de 1.200 metros y 400 metros de ancho, sin llegar a superar las 50 hectáreas. Se conserva la primitiva estructura de la ciudad, con la excepción de ligeros claros ante las iglesias, para que sirvan de cementerios y mercados.
El Condestable inicia, asimismo, una política de ordenanzas con el objeto de dotar a la ciudad de infraestructuras y servicios públicos, hasta entonces inexistentes. Así por ejemplo, se carecía de pavimentación y alcantarillado, por lo que el aspecto de las calles era polvoriento, pedregoso y desaseado; la suciedad era abundante, ya que no existía hasta entonces regulación respecto al desecho de los residuos domésticos, los cuales iban a las calles y a los arroyos madres que surcaban la ciudad; existían igualmente numerosos obstáculos en la vía pública que impedían la circulación de las caballerías. Dentro de esta política de ordenación urbana es de destacar también la orden de traslado de las carnicerías del interior de la ciudad a la Puerta Barrera, con la consiguiente mejora higiénica para sus habitantes, al igual que la proyección del futuro desarrollo urbanístico de la ciudad, fruto del cual fue el surgimiento de, entre otras, una nueva vía que posteriormente se convertiría en la principal de la población, la Carrera.
Según relatan la Crónicas, la estructura urbana de la ciudad medieval cobra pleno desarrollo, dividiéndose en collaciones que se distinguen por las preferencias de sus moradores: en la de Santa María, cuya plaza se allanó por mandato del Condestable dadas las enormes piedras que contenía, se afincaría la nobleza local y los hidalgos, abundando también los clérigos. En las de Santiago y San Lorenzo destacarían los aguadecimileros, batihojas, sombrereros, bordadores y oficios relacionados con los cueros y paños, lo que facilitó el desarrollo de una industria textil de cierta entidad, lo que promovió la aparición de oficios de tejedores, tintoreros o bataneros; desarrollo industrial que se lleva a cabo junto con el agrícola y ganadero, facilitado por las numerosas huertas y pastos. Esta riqueza de la capital se ve favorecida por la abundancia del agua proveniente de sus numerosos manantiales y por la labor de organización de infraestructuras que el buen hacer del Condestable don Miguel Lucas de Iranzo dotó a la ciudad de Jaén.
Esta riqueza y progreso se refleja en el hecho de que en tiempos del Condestable hubo casa de moneda en la ciudad, la jaenciana, que el propio monarca Enrique IV visitaría personalmente en 1469, lo que viene a confirmar el buen desarrollo económico del que gozaba Jaén.
Así pues, las Crónicas nos muestran la figura del belmonteño como un fiel vasallo a su señor a pesar de las numerosas fluctuaciones políticas de la época, actitud agradecida hacia su monarca, quien le había encumbrado a lo más alto de la nobleza, proviniendo de una humilde familia; así como de una persona amante de las fiestas y los lujos y preocupada por el progreso económico y social de la ciudad que regía, pero para quien las relaciones con el resto de los poderes locales y otros nobles de Castilla no fueron nada fáciles.
Juan Antonio Zarco Resa
1: Relación de los fechos del condestable don Miguel Lucas de Iranzo. Esta relación está incluida en Crónicas del siglo XV. Edición y estudio por Juan de Mata Carriazo. Espasa-Calpe (1940, p. 507). Colección de Crónicas Españolas, III.
2: La palabra condestable es de origen francés. Hace referencia a un servidor de rey, el caballerizo del rey (comes stabuli). Cargo vitalicio al que iba unido el mando directo de las tropas; de él dependían todos los soldados, armas, caballos y víveres, así como la suprema jurisdicción civil y criminal dentro de la hueste y en el territorio ocupado. En Castilla este cargo no se conoció hasta la segunda mitad del siglo XIV, cuando Juan I establece esta figura en 1382.
3: Sinople. De uno de los colores heráldicos, equivalente al verde. Se representa gráficamente mediante líneas diagonales que van del ángulo diestro del jefe al siniestro de la punta.
4: Gules. Uno de los colores heráldicos equivalente al rojo.
5: No me consta que exista alguna casa en la villa de Belmonte con esta heráldica. Sería muy interesante profundizar en este aspecto; si alguna persona tiene información al respecto podría contactar con la propia Asociación Cultural.
6: Castellana, M.A. Algunos aspectos de la personalidad de Juan Pacheco, Marqués de Villena. En Instituto de Estudios Albacetenses (Ed.). Actas del Congreso de Historia del Señorío de Villena. Diputación Provincial de Albacete.
7: En esta época el reino de Jaén estaba configurado por cinco ciudades (además de otras villas y sus correspondientes aldeas): Jaén, Úbeda, Baeza, Andújar y Alcalá la Real.
8: En memoria del gesto de aquel "andaluz", la Junta de Andalucía declaró en 1995 el día 22 de noviembre como "Día de los Gitanos Andaluces".
9: La denominación actual de Castillo de Santa Catalina corresponde a la dada por Fernando III el Santo, tras la conquista de la alcazaba musulmana en 1246, al parecer el 25 de noviembre, día de la advocación de esta Santa. En su honor Fernando III mandó levantar una capilla en el hueco de una de sus torres defensivas.
VII CONCURSO DE CUENTOS Y LEYENDAS
Organiza: A.C. "Infante Don Juan Manuel"
Patrocina: Excmo. Ayto. de Belmonte
Con el fin de recuperar y divulgar el patrimonio legendario y fantástico de la Villa de Belmonte y su comarca, y de promocionar el estudio y la investigación sobre las tradiciones e historias populares de nuestra zona, la Asociación Cultural "Infante Don Juan Manuel" convoca el VI Concurso de Cuentos y Leyendas con arreglo a las siguientes
B A S E S
- Los trabajos serán cuentos y leyendas relacionados con Belmonte y su comarca. Pueden ser cuentos originales, historias reales convertidas en cuentos o relatos recogidos de la tradición popular. Necesariamente deberán ser inéditos. Serán escritos por una cara, a doble espacio, con una extensión mínima de 3 folios y máxima de 15 -en los trabajos en prosa- y en los trabajos en verso, una extensión mínima de 14 versos y máxima de 100. Se presentarán mecanografiados o escritos mediante ordenador, y, si es posible, en soporte informático.
- Se establecen tres categorías:
- Infantil -para participantes de entre 6 y 12 años
- Juvenil -para participantes de entre 13 y 18 años
- Adultos -para participantes mayores de 18 años
- El plazo de entrega de los trabajos terminará el 30 de mayo de 2005. Los trabajos deberán ser enviados a la siguiente dirección:
Asociación Cultural "Infante Don Juan Manuel"
VII Concurso de Cuentos y Leyendas
Categoría: ----------
Pza. Muñoz Grandes, 3
16640 - Belmonte (Cuenca)
Estarán incluidos dentro del plazo de entrega los trabajos enviados por correo certificados el 30 de mayo.
- Se establecen los siguientes premios:
- Categoría infantil
1º premio: Diploma, libros y material didáctico.
2º premio: Diploma y libros.
- Categoría juvenil
1º premio: 50 euros y placa.
2º premio: 20 euros y placa.
- Categoría adultos
1º premio: 150 euros y placa.
2º premio: 80 euros y placa.
- Presentación del trabajo: Deberá presentarse el original en sobre grande y abierto, SIN FIRMAR, y sólo identificable mediante un título y seudónimo. El sobre grande contendrá:
- Un original de la obra, firmado con seudónimo
- Un sobre pequeño y cerrado, que indique en el exterior el título de la obra y el seudónimo, y que contenga en el interior los datos personales del autor: nombre, dirección y teléfono si tuviere.
- El jurado estará compuesto por D. Florencio Martínez Ruiz, periodista y crítico literario, D. Félix Dativo, profesor del I.E.S. San Juan del Castillo de Belmonte, el Concejal de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Belmonte, y, por parte de la Asociación, D. Luis Andújar, socio de honor, Dª Inés Valverde, presidenta y D. Ricardo Cuevas, vicepresidente, y Dª Isabel Granados, secretaria, que no tendrá voto.
- El fallo del jurado será inapelable, y se dará a conocer a los premiados, que recogerán sus premios en un acto organizado por esta Asociación. La fecha se anunciará con suficiente antelación. La no asistencia injustificada se entenderá como renuncia al premio.
- El premio puede quedar desierto, si los miembros del Jurado lo estiman oportuno.
- Los trabajos premiados quedarán en poder de la Asociación "Infante don Juan Manuel", que los publicará dentro de su revista "El Atrio".
- Cada participante podrá presentar los trabajos que quiera, siempre que cada uno vaya en sobre distinto, con diferentes títulos y seudónimos. Pero en ningún caso podrá ganar los dos premios.
- La participación en el VII CONCURSO DE CUENTOS Y LEYENDAS DE LA ASOCIACIÓN "INFANTE DON JUAN MANUEL" implica la aceptación de estas bases.
En Belmonte, a 19 de Diciembre de 2004.
ENTREVISTA CON ...
BELÉN CAMPOS - Estudiante de Derecho
"Con el atletismo aprendí a sacrificarme, a controlar los nervios y a saber perder"
Tras pasar su infancia y juventud en Belmonte, Belén Campos (Belmonte, 1981), tuvo que salir pronto de su pueblo para continuar sus estudios. Actualmente sus esfuerzos se centran en cursar quinto de Derecho en Toledo al alimón que prepara oposiciones para el cuerpo de Registradores de la Propiedad. La historia de su vida ilustra la situación de muchos jóvenes que, a pesar de tener que buscar su futuro lejos de casa, batallan por seguir ligados a la vida de su pueblo. Su pasión por las leyes, el deporte y las personas que le rodean, junto con su afán de autosuperación, hacen de denominador común en esta edificante conversación.
Pregunta: Después de verte durante años yendo al instituto y entrenando atletismo por los caminos cercanos a Belmonte ¿qué es de tu vida ahora?
Respuesta: Actualmente mi vida es bastante monótona, en el buen sentido de la palabra. Me dedico exclusivamente a mi formación profesional: estoy terminando quinto curso de Derecho en Toledo y empezando a preparar oposiciones relativas a Registros. La verdad es que no me queda apenas tiempo para poder dedicarlo a otras actividades.
P: Sabemos que has estado compitiendo hasta hace poco en atletismo, ¿sigues relacionada con el mundo de la competición? Si no es así ¿qué hizo decidirte a cambiar tu pasión por el atletismo?
R: No, la competición la dejé hace un par de años. Aunque siempre tuve claro que nunca me dedicaría en exclusiva al atletismo y que llegaría un momento en el que tendría que dejarlo, nunca pensé que sería tan pronto. En principio, me planteaba dejarlo cuando entrase de lleno en la preparación de oposiciones, ya que el tiempo disponible para el atletismo sería insuficiente para preparar la competición, pero una rotura de menisco me hizo cambiar de planteamiento: tuvieron que operarme y, al volver a las pistas, ya no fue lo mismo… Además, una vez que entras al quirófano empiezas a cuestionarte si realmente te merece la pena seguir con ello con todos los problemas que estás teniendo y sabiendo, de antemano, que llegará el día en que, por motivos personales, tendrás que dejarlo. Fui desvinculándome poco a poco del mundillo del atletismo hasta que me fui a Italia a estudiar un año y ahí llegó la desconexión total.
P: Todas las experiencias deportivas que has pasado te habrán enseñado, ¿qué supone, en la actualidad, el deporte para ti?
R: Para mí el deporte siempre ha sido un juego, algo con lo que me he divertido muchísimo y a lo que le he dedicado mucho tiempo. Las tardes con mis amigas jugando al fútbol, baloncesto, ping - pong, frontón… patinando… ¡eran lo mejor del día!
Sin embargo, el atletismo no lo veo con iguales ojos, era sacrificio, superación, una meta personal… No puedo negar que disfrutara con ello… ¡si no, no le hubiera dedicado tantos años! Principalmente era competición tanto conmigo misma, como con los compañeros, como con el reloj a la hora de bajar los tiempos.
Aún hoy cuando salgo a correr, aunque sea ocasionalmente, no puedo evitar sentirme mal al ver lo mucho que he perdido y lo despacio que avanzo.
P: Y en la misma línea, ¿qué te enseñó la competición?
R: Verdaderamente me enseñó varias cosas. En primer lugar, me enseñó, propiamente, a competir pues nada tiene que ver el entrenamiento con la competición. Como decía anteriormente, el entrenamiento aún queda dentro de esa idea de juego, aunque a veces un juego bastante duro, mientras que la competición se encuentra fuera de dicho concepto, es lucha, esfuerzo, sacrifico, y, ante todo, un resultado, una posición.
En segundo lugar, me enseñó a superar esos malos momentos que conllevan las pruebas: nerviosismo, noches en vela… Con los años se van superando aunque, sinceramente, creo que nunca llegué a superarlos absolutamente, al menos los nervios, para mí son algo inherente a la competición.
Y, por último, me enseñó a perder. Creo que nadie necesita aprender a ganar pero, sin embargo, sí debemos aprender a perder sobre todo cuando esperas un resultado que posteriormente se ve frustrado. Aprendes que no siempre la suerte va a estar de tu lado y que no siempre se está en las mismas condiciones y, ante todo, que siempre hay alguien que puede estar por encima de ti.
P: Estás a punto de terminar la carrera de derecho y ya estás preparando oposiciones ¿Qué te hizo decidirte por las leyes?
R: En realidad, no sé si podría decírtelo. Me cuenta mi madre que desde bien pequeña le decía que quería ser notario. Fueron pasando los años y llegó el momento de decidir qué estudiar. No me cupo la menor duda, tenía clarísimo que haría Derecho puesto que era requisito indispensable para poder hacer notarías. No me plantee ninguna otra opción y ni siquiera me paré a pensar si el Derecho me gustaría…
Hoy puedo decirte que es algo que me fascina y que considero básico en el desarrollo de las relaciones interpersonales, es algo a lo que queramos o no, todos estamos sujetos y, es una materia que, aunque sea superficialmente, tenemos que conocer.
Una vez dentro del mundo del Derecho mi inclinación hacía las notarías fue variando hacia registros debido, principalmente, al consejo de varios profesionales en la materia.
P: ¿Fijas alguna meta profesional?
R: Mi meta, por tanto, se centra en aprobar esas oposiciones que actualmente preparo, las de Registros. Sé que son durísimas y difíciles de pasar, aunque lucharé por ellas. Es un objetivo que me marqué hace mucho tiempo y conseguirlo será como hacer un sueño realidad.
P: Viendo tu trayectoria, intuimos que das especial importancia a la educación y a la cultura en tu vida, ¿qué suponen para ti estas dos palabras?
R: Ambos conceptos pueden ser objeto de varias acepciones si bien yo las considero del siguiente modo:
La educación es el "saber estar" ante las distintas circunstancias que nos marca la vida diaria. Serían los buenos modales de una sociedad, puesto que cada una de ellas marca como buenos unos modales determinados.
Por cultura entiendo el conjunto de conocimientos que forma a los individuos intelectualmente.
Considero que ambas facultades son básicas en el desarrollo de la persona dentro de la sociedad que nos rodea.
Antiguamente, remontándonos a la Edad Media, en la sociedad española, entre otras, había un amplio índice de analfabetismo e incultura, sólo un grupo reducido de individuos gozaba de cultura y educación. Por suerte, esta situación actualmente se encuentra en la posición contraria, siendo la excepción la incultura. Siempre el desconocimiento provoca frustración mientras que el conocimiento desprende satisfacción.
P: ¿Cómo percibes el desarrollo cultural de Belmonte? o dicho de otro modo, ¿qué crees que puede aportar la cultura al pueblo?
R: Me da la impresión de que la mayoría de belmonteños miramos el movimiento cultural todavía con cierto escepticismo lo que hace que el desarrollo del mismo sea lento.
P: Siguiendo en clave cultural, el próximo año se celebrará el IV centenario de El Quijote, proyecto por el que el gobierno regional y los ayuntamientos están apostando en firme, ¿qué esperas de esa celebración a nivel general y a nivel local para Belmonte?
R: Creo que esa celebración provocará un aumento del turismo tanto en la Mancha, en general, como en aquellas villas que se encuentren dentro de la ruta del Quijote, entre las que se encuentra Belmonte.
Un ejemplo de ello, es que hace unos días coincidí con una amiga alemana y me estuvo comentando que había conocido el castillo de Belmonte gracias a una excursión, que organizó la Universidad, para recorrer la ruta del Quijote.
P: Siguiendo con el pueblo, Belmonte ha perdido habitantes en los últimos años. ¿qué opinión te provoca eso? y ¿cuáles crees que serían las claves para prosperar?
R: La mala situación económica y la falta de trabajo siempre dieron lugar a movimientos migratorios. Es lo que ha ocurrido en Belmonte: el cierre de la fábrica de harinas así como la de grifos provocó un gran aumento de población parada que se vio en la obligación de abandonar el pueblo para ir en busca de trabajo.
En cuanto a las claves, las desconozco. Tengo entendido que se han dejado escapar muy buenas oportunidades de desarrollo y éstas pasan muy de vez en cuando.
Lo que a Belmonte le hace falta son fábricas y servicios que den trabajo y a la vez generen riqueza pero el problema está en quién asume el riesgo de esa inversión viendo la situación que tiene el pueblo actualmente.
P: En la misma línea, ¿ves a los jóvenes sensibilizados y comprometidos con los problemas de desarrollo de Belmonte?
R: Sinceramente, no. Me resulta triste, pero creo que es así. La mayoría de los jóvenes salimos fuera bien pronto para formarnos. Perdemos, en cierto modo, contacto con el pueblo y lo que realmente nos preocupa es sacar adelante aquello de lo que dependerá nuestro futuro.
P: Finalmente, y en clave más personal, proviniendo de un deporte altamente competitivo, en la vida, ¿qué prefieres, la competición o la cooperación?
R: Creo que mi afán de superación propia es algo que me caracteriza, me considero una persona altamente autocompetitiva, pero no me gusta marcarme metas fijándome en otras personas, o lo que es lo mismo, no me agrada buscar rivales a los que vencer.
En las relaciones interpersonales creo que es mucho más gratificante la cooperación puesto que en la unión está la fuerza. Siempre será más fácil alcanzar un fin con la ayuda de los demás que por sí mismo. Aunque bien es cierto que la vida nos marca objetivos que sólo pueden ser alcanzados individualmente.
Ricardo Cuevas
LA ASOCIACIÓN INFORMA
Recogemos a continuación los eventos y sucesos de interés relacionados con Belmonte y la asociación.
- Nuevos socios: damos la bienvenida a los nuevos amigos y amigas que desde los últimos meses nos acompañan en la Asociación, y que son: Antonio J.L. Contreras, Beatriz Ochoa López, Luis Utiel López, Fernando Rada Valverde, Carmen Cuevas Huerta, Pilar Cuevas Huerta, Yolanda González Resa, Miguel Ángel Escribano García, José Martínez Calleja, Elena Escribano García.
- Exposición "Descubrimientos en Madera de Olivo", de José María Lillo: durante las fiestas del el mes de agosto, la asociación organizó, con colaboración de la Caja Castilla la Mancha, una exposición dedicada a tallas y miniaturas de madera de olivo. Pequeñas viviendas, representaciones taurinas o personajes del Quijote surgidos de los troncos tras pasar por las manos del escultor, fueron algunas de las piezas que se expusieron con gran afluencia de público en la Casa de la Música.
- Exposición fotográfica "Otros tiempos, otros amores": en el mismo sitio aunque durante las fiestas de la Virgen, tuvo lugar la exposición dedicada a parejas y matrimonios del siglo XX. La muestra constaba de cerca de un centenar de fotografías, acompañadas de sus correspondientes arras, alianzas y otros elementos característicos de las bodas. Todo ello fue complementado con paneles explicativos que exponían los rituales de los matrimonios de hace unos años. El éxito de la muestra fue total, rondando el millar de visitantes.
Las fotografías fueron cedidas por las familias de Belmonte, a las que agradecemos sinceramente su colaboración. Asimismo, agradecemos las felicitaciones llegadas a la Asociación por esta exposición.
- La Noche de Fray Luis: también en septiembre, la Asociación, junto con el Ayuntamiento, colaboró en la organización de este espectáculo articulado por Ediciones de la Discreta. En el mismo, escritores, poetas, músicos y humoristas trataron de adaptar la literatura y la sabiduría de Fray Luis a la actualidad, conjugándola con elementos de astronomía. El acto se desarrolló en el patio de armas del Castillo. Desde aquí nuestra enhorabuena a Félix D. Donate, creador de esta noche tan especial.
- Asamblea general: el 12 de septiembre, tuvo lugar la Asamblea Genera Ordinaria de este año, en la que se dio cuenta de las actividades realizadas durante el ejercicio anterior, y se presentó el proyecto de actividades, que girará en torno a la celebración del IV Centenario del Quijote, para el próximo 2005. Asimismo se produjo una renovación en la Junta Directiva, a la que se sumaron como vocales Francisco J. Guerra y Carmen Sierra. Los demás cargos continúan como en los dos años anteriores.
- Proyecto Quijote 2005: Belmonte, como pueblo sito dentro de la Ruta del Quijote, ha sido incluido por la JCCM dentro del Itinerario 1: De Toledo a San Clemente, pasando por El Toboso y Belmonte.
En los folletos turísticos, se aconseja visitar el conjunto monumental del pueblo, así como El Castillo.
- Acondicionamiento del pueblo y alrededores para el IV Centenario: en los últimos meses se han preparado los caminos de Belmonte que se incluyen dentro de la Ruta del IV Centenario. Asimismo, se ha construido un apeadero sito en uno de estos caminos. Desde la Asociación aplaudimos estas iniciativas aunque, entrando ya el año del centenario, las consideramos insuficientes para promocionar y aprovechar realmente la Ruta desde el pueblo. Se precisan más infraestructuras, así como paneles de señalización e iniciativas para dar a conocer cuál es el itinerario y las actividades programadas para el Centenario.
- Reunión con María Luisa Araujo, Consejera de Economía y Hacienda: la Junta Directiva de la Asociación, acompañada por Raquel Checa, responsable de Cultura del Ayuntamiento, mantuvo un encuentro en Toledo,
el pasado mes de noviembre, con la Consejera de Economía y Hacienda del Gobierno Regional y presidenta de la Empresa Pública D. Quijote 2005. A la misma asistió también J. Domingo Delgado, Director del Área de Cultura de dicha entidad. En ella presentamos nuestro proyecto de actividades para el año que comienza. La disposición e interés de la Consejera por la programación cultural propuesta fue muy favorable, e incluso se mostró dispuesta a venir a inaugurar alguna de las exposiciones que llevemos a cabo a lo largo del año, si su agenda lo permite. No obstante, dicho proyecto hay que formalizarlo posteriormente junto con el Ayuntamiento y enviarlo a Toledo para que pueda ser concedida la correspondiente subvención. Otro de los temas de los que dimos cuenta en la reunión, fue de la precaria situación del Castillo y otros monumentos del pueblo, así como de los deteriorados accesos y la falta de señalización de los mismos. Acerca del Castillo, subrayaron la imposibilidad de iniciar cualquier actuación restauradora mientras permanezca en manos privadas.
- Asociación Juvenil Amigos de la Naturaleza: nos alegra enormemente poder dar la bienvenida a nuevas asociaciones que proyectan su participación en la vida pública, y aún más si es una agrupación creada por jóvenes para la defensa del medioambiente en Belmonte, como es el caso. Entre los fines de esta nueva asociación se encuentra la concienciación para la conservación y mejora del entorno natural y urbano de los belmonteños y, para ello, proponen actividades como la celebración del día del árbol o certámenes de pintura en la naturaleza, talleres de reciclaje o campañas para el uso adecuado de papeleras y contenedores de residuos. Desde la asociación les deseamos la mejor de las suertes y ofrecemos nuestra colaboración a las iniciativas que pongan en marcha.
- Belmonte en el diario The Times, de Londres: un colaborador de este prestigioso diario pasó hace unos meses por nuestro castillo buscando la estela de D. Quijote, hecho que posteriormente reflejó en un artículo que fue publicado . A continuación presentamos el extracto sacado del diario londinense The Times: Siguiendo los pasos de nuestro héroe romántico (Don Quijote de la Mancha). "…Al día siguiente, visitamos el magnífico castillo de Belmonte que data del siglo XV. Abundan las referencias a este castillo en relación con el Quijote por el simple hecho de que su espléndida presencia en la cima de un monte, desde el que domina las llanuras, recuerda muchísimo el paisaje de la obra, aunque esta no lo nombre ni una sola vez. No cabe la menor duda de que Cervantes lo tenía en la mente. A medida que íbamos subiendo por una escalera exquisitamente decorada pero sumamente dilapidada paseábamos por los pasillos bajo unos techos pintados con pan de oro que parecían a punto de caernos en la cabeza, presagiábamos que un caballero montado a caballo aparecería en cualquier momento en el patio triangular que quedaba afuera y que llamaría a las personas que se escondían en las tinieblas a nuestro alrededor.
Al igual que nuestro héroe, habíamos emprendido un viaje a través de la llanura de la Mancha, empeñados en encontrar lo que buscábamos. Que no hubiéramos dado con ello, era, desde luego, lo de menos…". Mostramos desde aquí nuestro agradecimiento a la socia Antonia Royuela, que nos proporcionó dicha noticia.
- Belén Viviente: otro año más, por Navidad, se va a representar un Belén viviente. Las ruinas del Hospital de S. Andrés se acondicionarán para servir de escenario del nacimiento de Jesús. La Asociación ha participado en esta iniciativa, así como el grupo de teatro El Duende y la Asociación Juvenil Fuente del Beso y otras muchas personas que de forma desinteresada hacen posible este espectáculo.
IMÁGENES PARA EL RECUERDO
DOCUMENTA
EL TÚMULO A FELIPE II, LEVANTADO EN LA COLEGIATA DE BELMONTE 1
Los túmulos eran arquitecturas funerarias levantadas dentro de las iglesias, con motivo de la muerte de importantes personajes, siendo los de mayor complicación simbólica y mayores proporciones arquitectónicas los dedicados a los reyes. La muerte de Felipe II despertó una de las más grandes fiebres constructivas, y los túmulos levantados en su honor fueron tan abundantes como monumentales, entre los que podemos citar el levantado en el interior de la colegiata de Belmonte, del que se ha conservado una descripción impresa en Sevilla del año 1599. En ella se refiere al túmulo construido en la villa de Belmonte (Cuenca) y está incluido en la colección de sermones funerarios impartidos en diversas ciudades españolas, y se compone de nueve sermones dedicados a la muerte de Felipe II, pronunciados en San Jerónimo y Santo Domingo el Real de Madrid, en la catedral de Málaga, en la catedral de Baeza, en la colegiata de Jerez de la Frontera, en la universidad de Valladolid y en la iglesia colegial de Belmonte. En todos ellos se utiliza un lenguaje semejante, lleno de conocimientos de la Biblia y de la antigüedad clásica; en el sermón de Belmonte, al final del panegírico añade la descripción iconográfica del túmulo.
No figura en las páginas del libro, desgraciadamente, ningún grabado ni pintura que nos den una idea plástica y arquitectónica de cómo era el citado túmulo, pero su iconografía está puntualmente descrita e incluso explicada. El autor fue Francisco de Ávila, canónigo y maestrescuela de la iglesia colegial de Belmonte.
La obra se compone de una serie de coplillas alegóricas, alusivas a las virtudes del rey, yendo precedida cada estrofa por una descripción de la representación iconográfica que la acompaña. De su estilo nada sabemos, solo que iba pintado sobre madera y que se hallaba dentro de la más pura simbología humanística. El autor se hallaba al corriente de la tendencia mitológico religiosa que invadía la sociedad europea de la segunda mitad del siglo XVI. Las figuras que aparecían en el túmulo eran figuras humanas, animales, y objetos, símbolos, en su mayoría, de virtudes aplicadas al rey.
Comienza la descripción exaltando la grandeza del monarca, al que se titula el mayor rey de la tierra; seguidamente se encomia su equidad y justicia, representadas por una mano que sostiene una balanza y por otra armada, elementos éstos a los que añaden dos figuras femeninas, símbolos de estas virtudes. En escenas sucesivas aparece la muerte derribando un laurel, haces de heno y cañas; también la muerte abraza a Felipe II, éste muerto en la cama, y la muerte coronándolo. Este grupo de representaciones contiene elementos bastantes concretos, mostrando la aceptación de la muerte por el rey y la corona de eternidad que por ella recibe; más adelante abundan las representaciones simbólicas del monarca a través de plantas fértiles o animales poderosos, tales como árboles cargados de frutas o flores, y animales, emblemas de la realeza, como el águila en distintos aspectos: coronada, volando, cubriendo su nido o dirigiéndose hacia el cielo. Interesantes son las alegaciones del brazo, cuya mano sostiene el elemento simbólico, mientras que el antebrazo alberga la inscripción; así aparecen varios brazos, todos con el nombre de Felipe, conteniendo cada una de las manos elementos diversos, tales como un corazón, las riendas de un caballo, la vara de medir, un compás, símbolos, respectivamente, del buen corazón, del poder, de la justicia o de la medida.
Las representaciones de la muerte abarcan varias escenas, así la vemos con un águila muerta, cortando un hilo de oro con una tijera, junto a un cedro, o cortando cañas y heno.
Las escenas relacionadas con los testamentos son muy escasas; en cuanto al antiguo testamento, solo el animal lleno de ojos de la visión apocalíptica- utilizando aquí en sentido de la vigilancia múltiple que el rey ejerce sobre sus reinos, el rey representado en forma de árbol cargado de frutos, que alimenta a los suyos. En cuanto al nuevo, la representación de una serpiente y una paloma sobre el ataúd, símbolos de la prudencia y la candidez.
Las escenas finales parecen hechas para consolar al pueblo de la pérdida del gran rey, asegurando la continuidad de la monarquía; así aparecen dos águilas coronadas, una grande muerta, y otra pequeña viva, símbolos de Felipe IIi y su hijo Felipe III. El mismo significado tiene la escena siguiente, que representa dos soles, uno que se pone y otro que sale, llevando también los nombres de los dos reyes; o la representación siguiente, en que los brazos de Felipe II cargan el mundo sobre las espaldas de su hijo, para rematarse con la escena final, en que se ven dos candelabros sobre dos bolas del mundo, uno de ellos apagado con el nombre de Felipe II y otro encendido con el de Felipe III.
Podemos así distinguir varios grupos de representaciones con diferente intención simbólica; uno de ellos hace alusión a las virtudes del rey como tal, y en esto aparece en forma de animales - el águila principalmente - , de plantas o de objetos. Otro grupo simboliza las virtudes o cualidades del rey por medio de su brazo, que aparece con su nombre, sosteniendo en la mano objetos alusivos. Un tercer grupo se relaciona directamente con el acontecimiento fundamental, la muerte, que arrebata al rey de la tierra. Finalmente, en un último conjunto representativo simboliza la continuidad de la monarquía en la figura de Felipe III.
Apéndice documental
Sermón predicado por el doctor Francisco de Ávila, canónigo, y maestrescuela de la colegial de Belmonte, con las obsequias funerales del rey don Philipe nuestro señor, segundo deste nombre, en su colegial. Con algunas geroglíficas puestas en el túmulo...
Epitaphios escritos sobre la madera en contorno del túmulo, y geroglíficos, por el mesmo.
Esta sepultura encierra
Al rey Philipo segundo
Monarca mayor del mundo,
El gran señor de la tierra.
¿quién yace aquí? El que no yaze,
Ni yacer supo en el suelo,
Philipo que esta en el cielo.
In angusto sepulchro yacet
Philippus rex, augutissimus, pius,
Iustus, serenus, inuictus, pater patriae
Hostium fidei hostie.
huuo también muchas gerogríficas, para significar las excelencias de su majestad,
pintadas.



Empresso en Sevilla en la emprenta de Francisco Perez, año de 1599
Miguel Ángel Vellisco Bueno
(natural de Belmonte)
Bibliografía
- Sermón predicado por el doctor Francisco de Ávila, canónigo y maestrescuela de la colegial de Belmonte, tras la muerte de Felipe II.
-Estudio iconógrafico del túmulo realizado por Maria Jesús Sanz, publicado en la Revista de Ideas Estéticas de 1978
PEDRO PÁEZ
EL DESCUBRIDOR DEL NILO AZUL
Con permiso de D. Luis, ocupo su espacio en El Atrio para contar de un personaje que, si bien no es belmonteño, está ligado con fuertes lazos a nuestro pueblo. Hace algún tiempo, el escritor Javier Reverte publicó Dios, el Diablo y la Aventura. Historia de Pedro Páez, el descubridor del Nilo Azul. (Madrid, Plaza y Janés, 2.001). En él menciona Belmonte, extrañándose de que no haya en el pueblo ningún recuerdo de Pedro Páez, y que nadie pareciese conocerle. El libro de Reverte habla de un jesuita que viajó a las tierras de Etiopía, y cuya vida estuvo plagada de aventuras, peligros y descubrimientos. Pedro Páez Jaramillo había nacido en Olmeda de la Cebolla, pueblo de la provincia de Toledo entonces, hoy de Madrid, en 1.564. De familia acomodada, gozó de una esmerada educación. Asistió primero a la universidad de Coimbra y después ingresa en el Colegio de los Jesuitas, de Belmonte. Este Colegio se había fundado en 1.558, a instancias de D. Diego López Pacheco que, tras haber conocido el estilo jesuítico a través de unos predicadores que pasaron un tiempo en Belmonte, solicita directamente una fundación al general de la orden, que era entonces Francisco de Borja. Aunque al principio los colegios no tenían internados, las necesidades educativas así lo requerían, y en 1.562 se funda el primer internado jesuítico, en el colegio de Belmonte. Con el paso del tiempo este Colegio de San Ignacio va adquiriendo fama y prestigio por la calidad de su enseñanza. En sus mejores tiempos llega a tener cerca de 4.000 alumnos. Pedro Páez estudia en Belmonte desde 1.582 hasta 1.588. Durante estos años, hace frecuentes viajes por los alrededores, y traba amistades que perdurarán a lo largo de toda su vida, como la que mantiene con Tomás de Ituren, al que le escribe desde las tierras de Etiopía. Pero sobre todo Belmonte es importante en la vida de Pedro Páez porque aquí completa su formación, y aquí surge su vocación misionera. Desde Belmonte le escribe al general de la orden solicitando partir a Etiopía, aún antes de ser ordenado sacerdote. La solicitud es concedida, y Páez será ordenado sacerdote en Goa, frente a las costas etíopes.
A partir de aquí, su vida será una constante aventura. Ataques de piratas, naufragios, largos y duros cautiverios, esclavitud, galeras, fueron algunos de los trances vividos antes de llegar a su destino. Una vez en Etiopía, la labor evangelizadora de Páez fue de gran importancia. De acuerdo a los principios jesuíticos, procuró conocer profundamente las costumbre y la cultura del pueblo al que iba a evangelizar. Aprendió su lengua, hasta el punto de llegar a leer sus textos sagrados. Llegó a conseguir gran número de conversiones, y a establecer varios centros católicos. Su amistad con el rey etíope le llevó a ser su consejero e incluso a actuar como arquitecto real. Su conocimiento del pueblo etíope quedó plasmado en una Historia de Etiopía, llena de detalles y datos curiosos.
Y entre los más curiosos que vivió Páez se puede mencionar, por ejemplo, que fue uno de los primeros europeos en probar el café, y el primero, según Reverte, en escribir sobre él. Y sobre todo, fue el primer europeo en avistar las fuentes del Nilo Azul, empresa que muchos habían intentado e intentarían después en el siglo XIX, época de grandes descubrimientos geográficos.
En 1.622, el mismo año de la canonización de Ignacio de Loyola y Francisco Javier, muere Pedro Páez, después de haber realizado una importante tarea evangelizadora, que culminó con la conversión al catolicismo del propio monarca etíope.
Y hablando de distancias y de lazos, siglos después otro sacerdote llega desde Belmonte a tierras de misiones y al día siguiente de su llegada ve en la televisión - grande deshacedora de distancias - un reportaje sobre Belmonte, en el que don Luis Andujar habla del colegio de los jesuitas y de Pedro Páez. Es posible que don Alberto también recuerde siempre Belmonte.
I. Valverde Azula.
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